Desde que, a principios de este año, empezara a tomar forma lo que será la futura legislación del juego online en nuestro país, muchas han sido las opiniones y discrepancias sobre qué pasará en España una vez que entremos en un marco regulado.
Un escenario en el que nos encontraremos con que sólo podremos jugar contra otros españoles, en el que, probablemente, tendremos bastante acotados los límites que se podrán jugar y en el que se terminarán gran parte de las promociones que hoy en día premian a los jugadores frecuentes (rakeback, programas de puntos, etc…), deja con pocas opciones a aquellos que se ganaban la vida jugando al poker en internet. Aún está por ver qué márgenes de BB/100 quedarían en esas condiciones pero está claro que será un recorte drástico para los profesionales.
Teniendo en cuenta las tasas impositivas que el estado quiere aplicar a los proveedores de este servicio, salas de poker online incluidas, parece bastante evidente que el «estilo de vida» actual de los jugadores de poker regulares tiene los días contados. De hecho, al igual que empezaran a hacer algunos jugadores americanos tras el Black Friday, algunos jugadores españoles ya han comenzado a emigrar a países con legislaciones más óptimas, sobre todo el Reino Unido.
Pero, ¿qué pasa si, por el motivo que sea, no estamos dispuestos a emigrar? Una de las opciones que nos quedan es empezar a jugar al poker presencial.
Aunque el poker en vivo siempre se ha visto como algo con expectativa negativa por los jugadores de internet, ante los acontecimientos que están por llegar, eso deja de ser así. Antes era EV- porque el tiempo que invertiríamos en jugar en vivo, es tiempo que no estaríamos jugando en internet, donde hay más margen de beneficio por hora de juego una vez puestos en común factores como los desplazamientos a los casinos, el número de manos por hora que se juegan, etc… Ahora, con la reducción en el tráfico y en los límites que muy probablemente experimentaremos, esas diferencias no sólo podrían verse mermadas sino que podría empezar a ser más rentable jugar en vivo.
La figura del profesional del poker en vivo existe desde que se inventó el juego y, aunque no lo parezca, con todo lo que se mueve en internet, hoy en día también hay jugadores que han preferido el encanto de la ficha y la baraja a la comodidad del teclado y el ratón. Jugadores como Álvaro Marino â€Dráculaâ€, Luís Rodríguez â€luiro44â€, Cándido Franco, César Ordoñez â€Tahur33â€, â€el maestro†Cayetano García… son conocidos en el circuito nacional del poker en vivo y llevan años ganándose la vida en las mesas de los diferentes casinos de nuestro país.
¿Es realmente rentable? Como todo en el poker, depende. ¿Cuáles son tus pretensiones? Si eres uno de esos mega-ganadores de internet y pretendes mantener el ritmo de ganancias, no. Probablemente tendrías que buscar ese cauce de dinero en otros ámbitos como los juegos en bolsa, el trading en apuestas, la especulación con ganado porcino o alguna otra alternativa.
Un jugador que sea break-even, ya no digo ganador, en NL100 o NL200 en internet será claramente ganador en las partidas actuales de los casinos, donde no debería ser complicado llegar a un winrate de 14-16 BB a la hora de media. Eso, en una partida de 5-10 de las que se pueden encontrar en muchos de nuestros casinos, son 150 euros a la hora; no hay muchos trabajos «estándar» tan bien remunerados. Este tipo de jugadores (los empatadores) normalmente subsiste gracias al rakeback y bonos y, en vivo, podría conseguir unos ingresos bastante similares e incluso superiores a los que estaría consiguiendo en internet. En el caso de los grandes ganadores, los que están acostumbrados a entradas de dinero de 5 dígitos mensuales, sería complicado igualar esa cifra pero, recordemos, en un marco regulado y no estando dispuestos a emigrar, quizá no sería tan mala opción reducir un poco las pretensiones.
Después del Black Friday, este año en los casinos de Las Vegas se ha experimentado un aumento notable de jugadores en las mesas de cash. Cabría esperar que en nuestro país, tras la regulación, ocurriese lo mismo. Estaría por ver cómo afectaría esto a las partidas que, hoy por hoy, tienen un nivel bastante bajo por ser, la mayoría de jugadores, usuarios rebotados de la ruleta y otros juegos del casino, que no tienen demasiada idea de lo que hay detrás de una mano de Holdâ€em.
Sea como fuere, aún no podemos hacer otra cosa más que elucubrar. Las «buenas» condiciones que se pueden encontrar ahora mismo en las mesas de los casinos españoles, podrían no seguir siéndolo de aquí a unos meses. O, quién sabe, quizá la regulación hace que el nivel de las mesas, jugando sólo contra españoles, baje de media y el que antes era empatador ahora sea ganador…
Como dijo el físico danés Niels Bí¶hr, «predecir es muy difícil, sobre todo el futuro».