El proceso de regulación del juego online, que tendrá su máximo punto de interés cuando en apenas tres meses se clarifique el estado de la ley antijuego UIGEA, vive momentos importantes ya que se están haciendo públicas voces en contra de cualquier intento por facilitar el acceso al juego online a los jugadores norteamericanos. Los dos ejemplos más recientes han sido el estudio de la Faireleigh Dickinson University PublicMind en el que se concluye que un 67% de los jugadores norteamericanos (se ha realizado la consulta en 50 estados) estaría en contra de la legalización del poker online o de cualquier forma de juego. En el mismo trabajo se afirma que el 62% de entrevistados confirma haber jugado en un casino offline.
Así pues, parece que el optimismo reinante hasta la fecha gracias al trabajo del senador demócrata Barnet Frank, choca contra una realidad que empieza a mostrar un ligero pesimismo. Y es que por si fuera poco, la potente liga profesional de fútbol americano, la NFL, continúa su particular guerra contra el poker online. Y es que esta importante asociación ha manifestado a través de sus portavoces que la legalización del juego online no es una buena solución porque de esta forma la legitimación del juego dejándolo en manos de los operadores online podría provocar un descontrol que en caso de llegar también al mundo de las apuestas deportivas, podría servir para fomentar las irregularidades que -según la NFL– han afectado especialmente al circuito de tenis profesional. En resumen, si se generaliza el juego, aumentarán los intentos por manipular resultados y adulterar la competición, algo que la NFL no quiere ni por asomo.
