Gerard Piqué es uno de esos personajes que está luchando, conscientemente o no, por normalizar el poker en nuestro país.
Todavía hay gente que ve el poker como un juego clandestino, donde personas casi delincuentes se dejan sus ahorros jugando partidas ilegales contra piratas que portan un parche en el ojo, una pata de palo y toman ron cada vez que termina una mano.
Y no, eso no es el poker. En absoluto.
«Para mí el poker es un deporte«, manifestó la pareja de Shakira delante de los micrófonos de El Larguero de la Cadena SER. «Tiene su cosa, su adrenalina… Cuando acabo en verano y me voy a jugar el mundial de poker, para mí es una experiencia distinta. Estar allí en Las Vegas con 8.000 personas jugando… eso es la adrenalina de jugar contra los mejores».
El futbolista culé es un apasionado de todos los juegos de cartas. «El poker es un juego de cartas como podría ser el tute, la brisca, la pocha o el mus. Yo sé de todos porque me gustan mucho las cartas. Al final tiene un aliciente matemático de estadística y de tantos por ciento que un día explicaré con más calma», indicó el ‘3’ blaugrana.
En el poker, para más inri, hay una cualidad que no tienes en ningún otro deporte: sin necesidad de ser bueno, puedes enfrentarte y retar a los mejores.
«El poker te da algo que el fútbol no te puede dar. Si túeres un novato que no tienes ni idea de jugar al fútbol, no tendrás nunca la posibilidad de jugar contra Messi y Cristiano, a no ser que te aparezca la virgen y ganes algún sorteo. En el poker puedes jugar contra los mejores del mundo siendo un novatillo y no sabiendo de ello».
Piqué destaca los faroles por encima de cualquier otro movimiento. Para él «son lo más divertido». «Ahí es donde te crea de verdad la adrenalina. Es como salir al Camp Nou… Eso es lo bonito, tirarte un farol y que te crean».
