Las WSOP han abierto el plazo de candidaturas para la selección del nuevo miembro del Hall of Fame en 2023.
Vuelve a girar la rueda en busca de los diez finalistas que serán sometidos a votación por un jurado compuestos por los miembros en activo del club más ilustre del póker y especialistas en la materia.
Galfond ha integrado la conversación sobre el Hall of Fame en su blog semanal sobre la actualidad del póker, para glosar la figura de sus favoritos y para señalar una situación que pronto podría empañar futuras votaciones.
Empezando por quienes preferiría él que se incorporaran al Hall of Fame, hace dos lecturas separadas por categorías. Deberías saber ya que hay unas normas impuestas por la dirección del HoF sobre qué tipo de personalidad es adecuada para ser incorporado al rol de los mejores de la historia.
- Haber jugado al póker en las mejores competiciones del mundo.
- Tener al menos 40 años en el momento de la nominación.
- Haber jugado high stakes.
- Ser ganadores regulares y contar con el respeto de los demás jugadores.
- Soportar «la prueba del tiempo».
- Y, para los no jugadores, haber contribuido al crecimiento general y al éxito del póker, con resultados positivos y duraderos.
Por tanto, caben tanto jugadores como no jugadores.
Galfond aboga por elegir a Isai Scheinberg entre los no jugadores.
«Él y Pokerstars ayudaron al póker a crecer una enormidad en las pasadas dos décadas. Desde que dejó la compañía y , me va pareciendo más y más obvio que muchas de sus decisiones iban encaminadas a mejorar el juego, incluso en detrimento de sus intereses personales«.
Como profesional del póker, se decanta por Brian Rast.
«La primera vez que me crucé con Brian Rast fue en 2005, jugando en las nosebleeds de Full Tilt, las partidas más duras que había de NLHE y PLO«. Después de detallar los muchos éxitos de Rast en torneos -SHR Bowl, cinco brazaletes, etc…-, Galfond prosigue: «Y lo más importantes, para cualquiera que conozca el mundo de las high stakes, todo esto lo consiguió siendo un jugador dedicado primordialmente al cash, jugando en Macau, la Bobby’s Room y las partidas privadas más caras y exigentes del mundo«.
Ambos formaban parte de los 10 nombres sobre los que el jurado decidió el año pasado, eligiendo finalmente a Layne Flack.
Al menos uno de ellos es imposible que entre porque, desde hace tres años, el número máximo de incorporaciones anuales al Hall of Fame es de una, tan solo.
Estamos en 2023, vigésimo aniversario del boom del póker, y como apunta Galfond: «Todos esos grandes jugadores y pioneros del póker online que se incorporaron a la industria a raíz de la gesta de Moneymaker, están a punto de cumplir los 40 años establecidos como límite mínimo para entrar en el Hall of Fame«.
Se van a empezar a quedar fuera de las votaciones un montón de elecciones muy claras, solo porque el ritmo de incorporaciones será angustiosamente lento.
«Solo un ejemplo, casi todos los jugadores que ocupan los primeros puestos de la lista de premios en torneos de todos los tiempos están por cumplir los 40 de aquí a unos años. Sin contar sus resultados en cash o en torneos online.
Si algo no cambia rápido, habrá un montón de talento que nunca podrá entrar al Hall of Fame, y no solo la nueva generación, sino todos los jugadores anteriores que hasta ahora no han encontrado su hueco«.
Un pilar de la dirección de torneos y gestión de circuitos como Matt Savage lleva siendo rechazado más de un lustro, y el año pasado se quedaron fuera claros Hall of Famers como Michael Mizrachi o Antonio Esfandiari, que por resultados, influencia y/o popularidad, deberían haber entrado ya. Pero es que el año pasado, de la lista de 10 se cayó nada más y nada menos que Patrik Antonius, candidato en 2021.
Con el tiempo, esto solo puede empeorar.
«Fácil. Se debería volver ya mismo a elegir dos nuevos miembros cada año«, sentencia Phil.
Y según quién se vaya incorporando a la lista de elegibles, igual hasta más, añadiría yo.