Uno de los jugadores más respetados por la comunidad, Phil Galfond, planea irrumpir en el ultracompetitivo panorama de las salas de poker online, un sector que pelea por atraer la atención de números cada vez más exiguos de nuevos clientes y que cada vez encuentra más obstáculos en forma de regulaciones locales.
Nunca han faltado jugadores emprendedores que coquetearan con esta idea, pero la mayor parte de las veces la intención se quedaba en eso, intención, o si llegaba a avanzar, acababa reducida a poner la cara en el banner de una skin de alguna red.
Los avales que presenta «OMGClayAiken» son la experiencia acumulada levantando de la nada la escuela de poker con mejor reputación internacional, Run it Once, y un extenso corpus de blogs y entrevistas en los que ha analizado públicamente las tendencias del sector, los problemas del poker online y los diferentes cambios en las políticas de las salas, lo que ha permitido que todos tengamos una idea más o menos clara de cuál es su imagen de la sala perfecta.
Galfond ha repasado las ideas básicas que marcan la dirección de la nueva sala en el blog de presentación del proyecto, al que ha titulado «Una sala de poker debería ser…». Leyendo entre líneas, podemos intuir qué piensa ofrecer, por ejemplo, a los jugadores.
«Una sala debería de valorar a sus jugadores
Debería valorar a los jugadores ocasionales por el dinero que están dispuestos a invertir para jugar al juego que aman. Por escoger al poker por delante de otros hobbys y a la sala por delante de otras salas.
Debería valorar a los entusiastas y a los semiprofesionales por la liquidez que proveen y por ayudar al poker a crecer.
Debería valorar al profesional por dar forma al sueño que atrae a tanta gente al poker. Por demostrar que el poker es un juego de habilidad.
Una sala necesita creer en el sueño del poker como carrera profesional. No debe cuidar a los pros más que al resto de los jugadores, pero sí debe afrontar cada cambio en su política con la viabilidad de ese sueño en mente».
Esta declaración de intenciones refleja el mayor contraste en la idea de la nueva Run it Once frente a sus competidores. La tendencia actual de las salas es la de centrar sus esfuerzos en atraer al jugador recreacional y aumentar el tiempo que este dedica al poker, y a veces parece señalar directamente al jugador profesional como amenaza para la consecución de estos objetivos. Galfond, lógicamente, siendo un profesional del poker, debe vender un enfoque distinto.
También dedica un párrafo al abuso del software y de las normas de la sala para maximizar beneficios, prácticas denominadas en conjunto bumhunting, contra las que tanto ha pontificado en los últimos años.
«Una sala de poker debe creer en la ecuanimidad. No por cuidar la imagen pública y los beneficios, sino por la propia ecuanimidad. No debe permitir que nadie se aproveche de normas imposibles de aplicar para tener ventaja sobre los jugadores honestos, profesionales o recreacionales. Debe buscar poner fin al comportamiento predatorio y a cualquier clase de trampas. Debe esforzarse en crear un campo de juego lo más igualado posible».
Será curioso comprobar qué tipo de ayudas de software entran en la categoría de «honestas» para Galfond. Supongo que lo iremos sabiendo cuando vaya dando más información sobre las normas concretas que se aplicarán en Run it Once, que tiene previsto su lanzamiento para el primer trimestre de 2017.
Aún se puede sacar alguna conclusión más del resto del blog y de los comentarios que han respondido a su publicación.
Parece que el proyecto viene de largo, al menos en la cabeza de Phil. El equipo encargado de construir el sitio será el mismo que organizó para crear la academia de poker, por lo que parece que será un software nuevo e independiente.
El lanzamiento será internacional, limitado a países regulados con liquidez compartida, porque deja claro que en un principio no piensa aceptar clientes de Estados Unidos. Por la misma regla de tres, debería evitar el resto de países sin regular.
Por supuesto, los fondos de los jugadores estarán segregados, y la seguridad de los depósitos y de las cuentas de los jugadores tendrá especial importancia.
Uno de sus colaboradores hizo la pregunta clave: ¿En Run it Once habrá la posibilidad de Run it Twice? Esa y otras cuestiones fundamentales tendrán respuesta más adelante, cuando se acerque la fecha de lanzamiento, y Galfond promete que tendrán muy en cuenta el feedback de la comunidad.
Desde luego, la idea de una sala surgida bajo los auspicios de un jugador preocupado por el ecosistema y comprometido con la comunidad es, cuando menos, intrigante. Pero la industria ha alcanzado ya la mayoría de edad y es ingenuo pensar que sus políticas menos favorables para el jugador sean siempre producto de la mala fe o la codicia y nunca en aras de la sostenibilidad.
Veremos si existe aún de verdad ese margen de sacrificio que parece intuir que hay para ayudar al jugador a cumplir el sueño de dedicarse al poker como medio de vida. En el pasado, como Phil puede atestiguar, parecía haberlo.
«Quiero una sala justa, honesta y transparente que crea en el sueño que yo mismo he vivido».