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Los Pelayos: Realidad o ficción

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Recientemente ha aparecido en los cines españoles la pelí­cula The Pelayos, referente a la conocida familia española que se comenta que se hicieron millonarios a la ruleta. En este artí­culo no vamos a analizar la pelí­cula en sí­, sino la viabilidad de las técnicas que usaron según dicha pelí­cula y según otros medios que hicieron referencia.

El primer método, en el que se centra la pelí­cula, básicamente se resumirí­a así­: «La ruleta es un juego en el que gana la banca debido a que la tabla de pagos está basada en que la probabilidad de ganar es la misma en todos los números, y por ende, en todos los sectores de la ruleta. No obstante, debido a fallos humanos en la elaboración fí­sica de la ruleta algunos números (o algunos sectores) aparecen más que otros. Debido a ello, si anotamos miles de resultados sin apostar veremos que desviaciones tiene la ruleta y apostar posteriormente a ello en una situación de ventaja respecto al casino.»

Analicemos en profundidad este método. La ruleta, como se explica en profundidad en este artí­culo, tiene una tabla de pagos basada en que tiene 36 números, cuando en realidad tiene 37. Ese matiz es el que da la ventaja al casino. Esta ventaja es un 2,703%. Es decir, que en el infinito es lo que el jugador perderí­a de lo apostado. Para conseguir no perder tendrí­amos que acertar al menos 1/36, que es un 2,778%.

¿Qué sucede pues? Que no es suficiente con «ver por donde la ruleta se desví­a», si no que habrí­a que acertar, ya sea el número o el sector, en una mayor proporción para superar esa tasa. Acertar un número o sector en 1-2% más de lo teóricamente probable no serí­a suficiente para entrar en beneficios, ni siquiera para hacer la paz. Se tendrí­a que acertar en una proporción mayor que esa tasa de juego.

Esa diferencia entre 1/37 y 1/36 es mucho mayor de lo que en realidad pueda parecer, e implicarí­a tener que acertar un porcentaje superior de veces a ese 2,778% teniendo un 2,703%. Con lo cual tenemos lo siguiente:

  1. Primero hay que averiguar la desviación de la ruleta. Tomando datos de miles de tiradas.
  2. En una mayor proporción de los casos, estos datos no serí­an muy distintos de las probabilidades reales y serí­an cientos de horas perdidas a cambio de nada.
  3. En un porcentaje pequeño, esta desviación (si compensara la tasa de juego, que es más que dudoso) podrí­a ser debido a la aleatoriedad del propio juego, ya que en unas decenas de miles de tiradas eso podrí­a ocurrir perfectamente. (Se necesitarí­an millones de tiradas para ver realmente con un í­ndice de error mí­nimo las probabilidades reales)
  4. En los casos donde la ruleta estuviera desviada –lo considero poco posible, pero es probable- habrí­a que acertar el número o sector en una proporción mayor de 1/36 (o si es un sector de n números, de n/36) para compensar la tasa de juego que está basada en esa probabilidad. Eso implicarí­a acertar cada 36 números opuestos en proporción al menos 37, esto a miles de tiradas es francamente difí­cil. (NO ES GANADOR EL MERAMENTE ACERTAR MÁS QUE EL RESTO DE NíšMEROS)
  5. En el improbable caso de que un número o sector apareciese en una probabilidad real superior a ese 1/36 (tendrí­a que caer cerca de un 3% más al menos que en resto de números) podrí­a detectarse a simple vista por los propios empleados del casino (un 3-4% en un número o sector se percibirí­a de forma francamente clara)
  6. Y aún así­, aunque se encontrase una ruleta donde un número o sector la bola cayese un 3,4 ó 5% más que el resto, y no fuese detectado por el personal de casino, que serí­a en ese caso bastante asequible verlo, la varianza del propio juego es tanta que en miles de tiradas podrí­a no asegurar el beneficio.

Esto me hace llegar a la conclusión que el sistema usado por los Pelayo es FALSO E INVIABLE a la práctica, además de haber sido usado de forma teórica por otros jugadores con anterioridad, pero siendo en esencia falso también.

Otro motivo importante que me lleva a pensar en la falsedad de este método es este documental del canal Historia, donde explica este mismo sistema de Los Pelayo pero aplicándolo a los casinos de Las Vegas.

En Las Vegas, las ruletas son americanas y tienen 00. Con ello, la probabilidad de acertar cae hasta el 1/38 (5,26%) con lo que la desventaja es enormemente mayor. ¿Qué sentido tendrí­a regalar tasa de juego al casino pudiendo escoger ruletas francesas en Europa, con una tasa de juego menor?. Aquí­ Los Pelayo tendrí­an que compensar no un número de desventaja, sino dos.

Podemos afirmar con rotundidad que este sistema no es ganador.

El segundo método usado por los Pelayos es el conocido como el redoble o la martingala, que podrí­a definirse de esta forma: «se apuesta a las suertes sencillas: rojo/negro, par/impar, pasa/falta; en una primera apostamos a una de ellas una cantidad n, si se gana pues se obtiene ese beneficio, si se pierde se apuesta otra vez 2n, de forma que si se gana habremos ganado 2n-n y habremos obtenido un beneficio n, y si perdemos llevaremos una pérdida de 3n, con lo que apostaremos 4n, con lo que si acertamos acabaremos ganando n y si perdemos apostaremos 8n ya que llevaremos 7n de pérdida. Al final, tarde o temprano aparecerá nuestra apuesta sencilla y acabaremos con un beneficio de n»

Para simplificar supongamos un juego de cara o cruz, sin tasa de juego, donde usáramos este sistema. Supongamos que lo hacemos en 10 tiradas. Sucederí­a esto:
-Son 1024 situaciones posibles, de las cuales en 1023 ganarí­amos (y obtendrí­amos un beneficio de n) pero en el caso restante, que fallamos las 10 perderí­amos 1023n. Con lo que el beneficio del sistema en total serí­a 0.

Es decir, en este sistema, si no hubiese tasa de juego el beneficio es 0. En la ruleta en las apuestas sencillas si sale el 0 (de color verde) quedan en prisión (y pierden la mitad del valor). En las apuestas sencillas la tasa de juego es 1,35% (que es lo que se perderí­a a largo plazo) y si se usa la martingala la larga se perderí­a ese mismo 1,35% (aunque habrí­a un porcentaje muy alto de casos donde se ganarí­a, pero una ganancia pequeña, pero con una probabilidad minúscula de pérdidas enormes).

Es decir, este sistema TAMBIí‰N ES FALSO. No obstante, hay que matizar algunos aspectos:

  1. En la pelí­cula curiosamente dejan mal a este sistema, que simplemente aparece cuando a uno de ellos le entra la ludopatí­a y se pone a usarlo causando grandes pérdidas. La pelí­cula simplemente defiende el primero de los dos sistemas anteriormente explicados.
  2. Una de las defensas que se hace de la martingala es que en teorí­a serí­a beneficioso en el infinito, pero que en la práctica hay lí­mites máximos en los casinos. Pero la realidad es que aunque no hubieran lí­mites sucederí­a como en el mito del ajedrez, que las cantidades resultantes serí­an desorbitadas más pronto de lo que parece.

Es decir, tenemos en definitiva que no hay sistema para ganar a la ruleta, otro hipotético sistema como serí­a la «no aleatoriedad absoluta en el lanzamiento por parte del croupier», es decir, que al ser humano el lanzador siempre habrí­a una posibilidad mayor de que en un lanzamiento no es seguro que fuese igual de probable que la bola diese x vueltas a la ruleta antes de caer o x vueltas más ½ por ejemplo, ya que siendo esto posible se toparí­a con el mismo problema que el primer método.

¿Todo esto significa que Los Pelayo son unos farsantes? No necesariamente. Esto indica que los sistemas no son ganadores a la larga. En la pelí­cula se muestra como Gonzalo Garcí­a Pelayo es el lí­der del equipo y el que controla las finanzas. El resto de jugadores simplemente hacen y deshacen según sus órdenes de una forma autocrática (que aunque pueda parecer peyorativo el comentario, en una situación así­, como en el de los jugadores de blackjack de la pelí­cula 21, es sin duda positivo) y el juego de la ruleta tiene demasiada varianza como para saber que van haciendo en conjunto incluso para ellos mismos. Puede ser que Gonzalo haya ganado debido a la influencia del azar, puede que haya tenido rachas ganadoras como puede que sea un mentiroso, pero nada de eso se puede afirmar con certeza, sólo podemos asegurar que LOS SISTEMAS SON FALSOS como he tratado de mostrar en este artí­culo. El único sistema ganador a largo plazo, es el card counting en el blackjack, pero también lo saben los casinos y toman medidas legales y válidas contra ello.

Hay que remarcar algunas curiosidades, por ejemplo, en la pelí­cula el personaje del villano lo encarna el director de un casino indefinido (rodado en el moderno Gran Casino Costa Brava en Lloret de Mar, con algunos croupiers reales y donde el autor de este artí­culo ha dirigido algunos torneos de poker). Entre bastidores en el mundo del juego se identifica a este personaje, ser en realidad una burda caricatura del que fue director de juego en Torrelodones, el difunto Carlos Sánchez, que fue el principal rival de Los Pelayo y que los echó del casino en una disputa que acabó en el Tribunal Supremo. Según la pelí­cula…porque ganaban en el casino…Según el mundo del juego…por asociación indebida (ya que para superar el lí­mite aplicando el sistema de la martingala, «casualmente» otro jugador apostaba a la misma apuesta sencilla en la cantidad necesaria…).

¿Qué opinan los casinos de la pelí­cula? Están encantados, con nuevos jugadores que esperan hacerse millonarios jugando a la ruleta…¿Ganaron los Pelayo en la ruleta? Eso es algo que no se sabrá, y sólo Gonzalo lo sabe a ciencia cierta, aunque lo que sí­ es seguro que han ganado vendiendo libros, y que un caballo suyo, Juan Carlos Mortensen, ganó las WSOP (el evento principal de póker)…¿a qué se dedican ahora? Juegan a poker, de hecho, con uno de los hijos, Óscar Garcí­a Pelayo, muy pequeño cuando trascurren los hechos de la pelí­cula, llegué a compartir mesa de poker…

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