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Pamela Anderson prostituta: so what??

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«las mujeres no se mueren, las putas se reencarnan en las honestas y las honestas en las putas» dijo la muchacha de las gafas oscuras.
Ensayo sobre la ceguera
José Saramago

Estuve leyendo en un foro el artí­culo acerca de Pamela Anderson, y los favores sexuales con los cuales pagó una deuda de juego.
Leí­ el artí­culo y leí­ los comentarios…
Y realmente dudé mucho en pronunciarme al respecto, pero siento el compromiso moral de hacerlo.
Mi opinión corre enteramente por mi cuenta.
Quiero decir antes que nada, para ponernos en tema que el trabajo sexual NO es un delito.
Esto parece una verdad de perogrullo, pero en mi ciudad fue necesario que pintaran las paredes con la figura de dos palmas apoyadas, y esta leyenda para que muchos se enteren.
Personalmente yo respeto a las prostitutas, y reivindico su trabajo. Y no es que crea que ellas necesiten de mi respeto, porque como cualquier trabajador, con mi respeto sólo no alcanza.
Yo admiro y respeto a las prostitutas.
A la que sale de puta para alimentar a sus hijos la admiro, la respeto y la compadezco.
A la que lo hace por pagar una deuda de juego, o comprarse una joya Bulgary, la admiro, la respeto y la felicito por haber tenido la inteligencia de asignarle un valor a su cuerpo.
Hay distintas prostitutas, claro está.
Está la puta por placer y la puta por necesidad.
Con respecto a la primera, no veo nada malo en sacar el mayor rédito posible al placer.
En definitiva, todos tratamos de encontrar placer en lo que hacemos, no veo por que la puta tiene que sufrir con lo que hace.
Parece que fuese más condenable aún la prostituta que ama su trabajo.
Yo ante esa me quito el sombrero.
En cuanto a la que lo hace por necesidad, aquí­ en el tercer mundo sabemos que se condena mas a ésta que a la que roba o estafa, no por nada estamos en el tercer mundo, con esta mentalidad…
Reduciendo el análisis a un mero ejemplo comparativo, Maradona usó sus piernas para darnos placer y pasión, y cobró por ello, y eso está bien.
Pamela uso todo su cuerpo para lo mismo, y a la hoguera.
Creo que es hora de que nos metamos el dedo admonitor en algún lugar confortable y dirijamos la crí­tica donde corresponde.
Pamela Anderson quizás cometió un error: no debió jugar hasta perder $250.000.
Perdió y pagó.
Nadie habla del señor que pagó esa suma para estar con ella.
Porque algo está claro: si alguien vende es porque alguien compra.
Este señor compró y a un muy buen precio.
Ella asignó un valor, el lo pagó, pues entonces eso ES lo que vale.
Y a otra cosa mariposa.
En una oportunidad en esta liga me insultaron en una mesa de juego.
Fue la única vez.
Y no tuve la oportunidad en ese momento de decir que:
Nunca me sentí­ insultada porque me dijeran puta
En cambio:
Me dolió profundamente que usen un sustantivo como adjetivo con el ánimo de insultarme.
Me dolió que haya quien cree que eso es un insulto.
Todo esto lo digo porque son muchas las veces que recibo en el hospital a estas mujeres golpeadas y maltratadas, y lo que es peor, resignadas a que así­ debe ser.
Y siempre con una constante: la policí­a ni les toma declaración. Y ante la pregunta de por que no lo hacen responden: no escuchó que es prostituta?
Y eso justifica que cualquier escoria las golpee??
O las insulte? O se burlen? O las denosten?
Ya a esta altura se por que quise pronunciarme: me parece injusto el maltrato al que están sometidas estas mujeres, ya sean de colonia barata o de diamantes en los dedos.
Da igual.
Queda para otra ocasión definir los alcances del término prostituta, ya que pueden encuadrarse en el mismo, según mi forma de ver las cosas a muchas venerables esposas inútiles y dependientes que se prostituyen por techo y comida.
Por el momento voy a terminar diciendo:
Chapeaux señoras!
Chapeaux Pamela!