Inicio Jugadores de poker Los padres de ‘nanonoko’ vivían en la ignorancia

Los padres de ‘nanonoko’ vivían en la ignorancia

156

‘Nanonoko’. Así­, sin más, con esa palabra llega. Todo aquel que en algún momento de su vida haya prestado algo de atención al poker online sabrá de quién estamos hablando.

El multitableador masivo, el grinder por excelencia, la gráfica más envidiada del poker online…Todas las definiciones se quedan cortas cuando hablamos de Randy Lew, ‘nanonoko’ como nick en PokerStars . Ha sido varias veces Supernova Elite, ha ganado millones de dólares jugando cash online, ha jugado millones de manos y hoy en dí­a, además, y como no podí­a ser de otra forma, es miembro del Team PokerStars Online.

Con este historial y sabiendo que Randy juega al poker desde 2003 es prácticamente imposible creerse que sus padres no sabí­an nada acerca de su ocupación hasta el año pasado. Pues bien, es cierto, no lo sabí­an. El propio jugador comenta que una de las causas de que esto sucediese es que sus padres no hablan inglés y él solo conoce lo básico de cantonés, por lo que la comunicación queda reservada para otros menesteres. Debido a esta barrera dialéctica, ‘nanonoko’ se ha considerado desde siempre una persona muy independiente.

Randy se casará el próximo año y este hecho también ha cambiado algo su percepción acerca de algunos aspectos de su vida, como por ejemplo su relación con el dinero. Es consciente que ganar grandes cantidades de dinero es algo genial aunque reconoce que cada año le importa menos y menos, posiblemente porque siempre lo gana. Esta es la principal excusa por la cual ha aumentado su presencia en torneos en vivo.

Otro tema interesante en la vida de ‘nanonoko’ es su relación con sus fans. Al contrario que otros jugadores, a Randy le encanta mostrarse interactivo con sus seguidores, ya sea contestando en el chat, grabando ví­deos, etc etc… Además sabe que quizás, de una forma indirecta, esto repercuta económicamente en su vida. El jugador se toma su relación con sus fans como un hobby y no como una carga, algo que es de agradecer y que lo encumbra todaví­a un poco más si cabe.

Artículo anteriorUna forma de jugar el proyecto de color
Artículo siguienteLos Goya se alían con el poker