Esta misma mañana leíamos en subjectpoker.com una declaración que la sala ha enviado a la web de noticias en inglés.
En esa declaración, la sala confiesa que sus problemas económicos comenzaron mucho antes del Black Friday, concretamente dos años antes. El DoJ (Department of Justice) podría haber estado confiscando fondos de algunos jugadores que tenían su dinero en bancos estadounidenses aplicando incorrectamente (según Full Tilt) la UIGEA.
Full Tilt, aconsejada por un equipo jurídico, habría continuado con sus transacciones económicas en un supuesto sistema peer to peer que teóricamente no violaba las leyes federales del país norteamericano. Sin embargo, el DoJ requisó 115 millones de dólares.
A esa cantidad, se sumó posteriormente lo que FTP denomina como un «robo por parte de un gestor de pagos clave», el cual, supuestamente, le habría estafado 42 millones de dólares al no procesar los ingresos que los jugadores hacían en la sala a través de este gestor.
Full Tilt, según la declaración, habría puesto de su bolsillo estos fondos para que los jugadores no tuvieran ningún tipo de problemas en sus transacciones, lo que habría significado un importante agujero en sus finanzas, redundando en el importante embrollo que afronta estos días.
En la segunda parte de esta declaración, Full Tilt confirma que sigue adelante con su intención de reabrir, siempre y cuando aparezca un nuevo inversor que asuma la deuda y que lo hará bajo una nueva directiva que tome los mandos de la compañía.
