Siempre se habla del civismo y gran educación que los países nórdicos tienen. Probada está que la calidad de vida en dichos países supera con creces la media mundial y también la europea. Sin embargo, en cuanto a la regulación de poker se refiere, no parecen ser un ejemplo a seguir. Aunque parece que las cosas pueden cambiar en los próximos meses.
A día de hoy, las estricta normativa noruega a cerca del juego incluye multas e incluso penas de cárcel en cuanto a poker se refiere. Entre los políticos que dirigen el país escandinavo todavía existen numerosos detractores de los juegos de azar (parece que todavía no se han dado cuenta de que el poker no debería incluirse en este grupo). No obstante, siempre existe una voz discordante dispuesta a cambiar las cosas hacia un sentido más lógico. En este caso y en este tema en particular, dicha voz es la de la ministra de cultura Thorhild Widvey, que recientemente ha presentado una propuesta que permitiría celebrar torneos de poker en vivo en el país.
Esta noticia evidentemente es positiva para el mundo del poker, aunque hay que reconocer también que no está exenta de restricciones. Dichas restricciones se basan sobre todo en el buy in máximo y en el premio tope. El motivo que se argumenta es el de evitar la presencia de ‘gente equivocada’. Además, los torneos de poker requerirán una licencia especial de los casinos y clubes que quierán acogerlos.
Si finalmente está propuesta es aceptada, en 2015 podríamos asistir al primer Campeonato Noruego que se dispute dentro del país nórdico. A día de hoy dicho campeonato es organizado por PokerStars en el Citywest Hotel Conference Leisure & Golf Resort de la ciudad de Dublín.
La verdad es que por el nivel que presentan alguno de los mejores jugadores de dicho país, como son Annette Obrestad, Johnny Lodden, Thor Hansen o Elisabeth Hille, se hace raro el hecho de que el poker esté prohíbido a día de hoy en el país. Esperemos que los políticos sean capaces de razonar la situación y esto cambie a la mayor brevedad posible.
Por el momento parece ser que aquel reto que Ola Amundsgard ‘Odd-Oddsen’ lanzaba a los políticos y que ganaba con absoluta solvencia ante la renuncia de su rival empieza a surtir algo de efecto entre la cúpula noruega.