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Mirando a largo plazo

por Erik Seidel
Fuente: FullTilt Poker

«Muchos jugadores evitan admitir sus propios errores e insisten en que las malas rachas se deben únicamente a la mala suerte».

Los torneos de poker pueden ser un negocio muy difí­cil. Independientemente de cuán bueno seas, te verás condenado a enfrentarte a largos perí­odos en los que las cosas no te irán bien. En el circuito de los torneos, incluso los mejores jugadores pueden pasar varios meses, o incluso un par de años, sin ganancias significativas. Estas rachas de sequí­a pueden ser difí­ciles de manejar si no desarrollas un sólido abordaje mental del juego.

Yo pienso que los tiempos de malas rachas son particularmente difí­ciles para los jugadores jóvenes que tienen algún éxito temprano en su carrera. Ellos tienen expectativas de grandes resultados y pueden verse sobrepasados cuando las cosas van mal en una larga sucesión de torneos. Pueden frustrarse y están propensos a creer que cometen errores. Hacen cambios en su juego sin pensarlo demasiado bien y sufren por este motivo.

Para sobrellevar las largas y duras malas épocas, los jugadores serios necesitan entender que las malas rachas son inevitables. Son parte del negocio. Y así­ como hay mucho que decir acerca de entrar a los torneos con una actitud positiva, también es importante ser realistas. Si esperas ganar cada torneo que juegues, la decepción que acompaña a las reiteradas fallas puede resultar muy dañina para tu psique. Yo sé que, al principio en mi carrera, mi confianza se resentí­a cuando entraba en una mala racha.

Con el tiempo, sin embargo, aprendí­ a enfocar mi atención de maneras productivas. Ahora, cuando estoy jugando un torneo, me concentro en tomar las mejores decisiones que pueda. Trato de conducirme en cada mano de una manera efectiva. Si mi concentración es buena en la mesa, puedo ser honesto conmigo mismo ya que evalúo qué estoy haciendo bien y en qué debo mejorar. No soy propenso a caer en las trampas que enredan a otros jugadores. Muchos evitan admitir errores e insisten en que los malos resultados son consecuencia solo de la mala suerte. Otros creen que están jugando bien cuando sus resultados son buenos aunque estén jugando pobremente y beneficiándose de una gran seguidilla de buenas cartas.

Después de finalizado el torneo, rápidamente recuerdo que el torneo de poker requiere el temperamento de un marathoniano, no de un velocista. Si juego bien y tomo buenas decisiones de forma consistente, seré recompensado, aunque pase un largo tiempo antes de ver los resultados deseados.