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Mejora tu juego experimentando con él

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Los grandes jugadores de poker no nacieron con todos los conocimientos que tienen insertados en su cerebro sino que han tenido que aprender a base de experimentar con diversas lí­neas de juego, con el fin de encontrar la más rentable e incorporarla al su ‘arsenal’. Puede parecer sencillo pero el proceso de experimentación y aprendizaje es complicado. Por ello os dejamos unas serie de bases que pueden servir como guí­a en este ‘método cientí­fico’. Muchos de los aspectos que a continuación se mencionarán están basados en la experiencia personal de Cole South, reconocido como uno de los mejores jugadores del mundo.

Para empezar tiene que quedar claro que experimentar con tu juego no quiere decir cambiarlo radicalmente, sino que se refiere a incorporar paulatinamente distintos movimientos después de que haya sido comprobada su eficacia. Para saber qué movimientos puedes probar una buena forma puede ser visualizar ví­deos de los jugadores de High Stakes e intentar seleccionar aquellas tendencias que túno prácticas para llevarlas a cabo y comprobar su rentabilidad. Por ejemplo, imagina que tu porcentaje de robo desde el botón no es muy alto y tras ver un par de ví­deos compruebas como muchos profesionales abren prácticamente cualquier par de cartas cuando la mano les llega limpia a esa posición. Es un buen momento para aumentar tu openraise desde el BTN y comprobar si a la largo tus beneficios por robo aumentan.

Dicha comprobación solo será posible después de una exhaustiva recolección de datos, otro de los puntos importantes en cualquier proceso de experimentación. Hoy en dí­a esto resulta más sencillo gracias a los softwares de apoyo como Hold’em Manager, donde todas nuestras sesiones quedan plasmados con infinidad de números que desgranan cualquier tipo de situación. Una vez que resulta relativamente sencillo conseguir los datos ‘solo’ hay que dedicarle tiempo al análisis de los mismos, cotejándolos con la información que hayamos conseguido, ya sea ví­a internet o mediante cualquier otra fuente. En este aspecto es importante tener claro que todos los datos deben ser analizados bajo una perspectiva de largo plazo, ya que los sucesos aleatorios y aislados no definen una tendencia general.

El hecho de necesitar un número relativamente alto de manos para comprobar la viabilidad de un movimiento puede generar en el jugador cierto nivel de estrés. Teniendo en cuenta que el poker es un juego en el que el aspecto psicológico del jugador tiene una gran importancia es bastante importante controlar ese nivel de estrés. Para ello pueden seguirse una serie de pautas que ayudarán:

  • Experimenta los nuevos movimientos cuando te encuentres en un buen momento o buena racha. Es bastante más aconsejable afrontar una remodelación de tu juego cuando el mes anterior has ganado 25 cajas que cuando vienes de quedar 20 buy in iniciales por debajo del EV.
  • Si la nueva lí­nea táctica que vas a probar tiene un alto grado de volatibilidad es importante ejecutarla en uno o varios niveles inferiores a los que habitualmente juegas. Esto repercutirá positivamente de dos formas: tu nivel de estrés no se disparará y tu bankroll no se resentirá tanto. Ambos conceptos están í­ntimamente relacionados.

No obstante, siempre que el riesgo no sea altí­simo, los cambios deben probarse en el nivel en el que se está habituado a jugar.

Otro de los aspectos importantes en este ‘método cientí­fico’ es saber cuando parar. Una vez que ya dominas una de estas ‘lí­neas inusuales’ y has comprobado la viabilidad de incorporarla de forma rentable a tu juego no debes continuar experimentando. Resumiendo, no hay que buscar soluciones cuando no existen problemas.

Por último hay que tener un grado de humildad bastante alto ya que en este proceso de experimentación y aprendizaje es vital estar dispuestos a aprender del resto de jugadores, sobre todo acerca de la forma que tienen de pensar o cómo reaccionan ante una situación determinada. Además, estar atento a estas reacciones o comportamientos te ayudará a aprender cosas acerca de ti mismo. Por ejemplo, supongamos que nunca realizas una overbet de farol ya que crees que la mayorí­a de los jugadores pagarán dicha apuesta, sin embargo, un dí­a te animas a realizar este tipo de movimiento y compruebas que realmente la mayorí­a de jugadores abandona ante esta situación. No solo has aprendido la utilidad comprobado del movimiento, si no que además tienes motivos suficientes para pensar que cada vez que te enfrentes a una overbet por parte de un rival hay una posibilidad relativamente alta de que se trate de un farol.

El resumen podrí­a ser la necesidad que todos los jugadores tienen de poseer diversas lí­neas de juego y la capacidad de entremezclarlas correctamente en cada situación. Como siempre, el método prueba-error suele ser relativamente eficaz.

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