El ex miembro del equipo de jugadores profesionales de Full Tilt Poker, Matt Glantz, ganador entre otros torneos, del High Roller de 20.000£ del EPT de Londres del año 2009, ha vuelto a publicar un nuevo post en su blog personal, en el que esta vez centra su atención en la ya casi enterrada Epic Poker League.

Sabemos que cuando Glantz habla, suele ser en tono crítico, como lo hizo hace unos meses, cuando se posicionó en su opinión sobre el asunto Full Tilt Poker, donde no se mordió la lengua en expresarse como le dio la gana. Pues bien, en esta ocasión, y centrándose en la EPL, de nuevo ha vuelto a sacar su visión más punzante, tocando distintos «palos«.

En este último post, Glantz recopila cronológicamente, cómo comenzó el proyecto de la Epic Poker League, lo afortunado que se sintió al ser elegido como uno de los jugadores que podían participar, y las buenas sensaciones que le iban dando, en un principio, según se iba formando el Comité de Conducta a la par que se anunciaba que dicho evento sería retransmitido por la CBS (junio 2011).

Los primeros descontentos contra la dirección de la Epic Poker League no tardaron en llegar. Con la victoria de Chino Rheem en el primer evento que se jugó en el Palms, en Agosto de 2011, se destaparon sus presuntos problemas de deudas a algunos jugadores. Fue ahí donde Glantz no está de acuerdo. El Comité de Conducta de la EPL, se metió en ese asunto personal:

«Un par de semanas más tarde, el Comité de Normas y Conducta poner en tela de juicio a Chino por «violar el código de conducta de la liga» después de que presuntamente no pagara sus deudas contraidas con otros jugadores. ¿¿En serio?? Tenía puestas muchas esperanzas en el Comité, pero inmiscuirse en asuntos personales de los jugadores me parece un error fatal, simplemente innecesario. Me pronuncié firmemente en aquel momento sobre esta misma opinión, sin duda«.

Más tarde, en octubre de 2011, Glantz se unió al Comité de Conducta, pese a saber que iba a ser un trabajo ingrato, y que a muchos no les gustaría escuchar la opinión real de una voz como la suya, que ni se corta, ni se muerde la lengua a la hora de centrar sus críticas sobre alguien o algo.

En diciembre se tomó la decisión de trasladar los dos últimos eventos (el cuarto más el freeroll final) a una fecha indefinida cuando en realidad estaban previstos para febrero. Obviamente, Glantz no tenía ni idea de los problemas financieros que tenía la liga, y no era el único:

«No puedo entrar en detalles, pero creo firmemente a Annie Duke cuando dice que no tenía ni idea de los problemas financieros que estaban a punto de explotar. Cuando se envió una carta a todos los miembros de la liga que describía los motivos por los que se cambiaron las fechas, me dio la impresión que fue un acto de buena fe«.

En febrero se confirmaron los rumores. La Federated Sports + Gaming entró en bancarrota, de donde a día de hoy aún no ha salido. En este punto, parece prácticamente obvio que será complicado encontrar nuevas fuentes de financiación.

«En este punto, no hay prácticamente información útil pese a formar parte de los miembros del comité. Básicamente estamos recibiendo las líneas habituales sobre cómo se está trabajando en la solución de los problemas financieros. Esto es inaceptable para mí, como miembro del Comité que representa a los jugadores, y me siento en la obligación de darles respuestas.

 

Fue un proceso largo que se prolongó durante todo el mes de marzo en el cual tratamos de obtener respuestas. No me sorprende que a los ejecutivos de la liga no les gustara mi actitud en estos asuntos. Ya tenían un montón de problemas por resolver, como para añadirme a mí como uno más. Pero yo seguí presionando, pues me sentía responsable de los jugadores, y sentía que si mi nombre iba a ir ligado a esta entidad, debía esforzarme porque los jugadores supieran que siempre haré lo que crea que es lo correcto».

Finalmente, en abril de este mismo mes, Glantz se desvincula de la Epic Poker League:

«Después de varias semanas de idas y venidas entre los ejecutivos de la liga y yo, se ponen de acuerdo en responder algunas de mis preguntas, no sin antes firmar un acuerdo de no divulgación. Comprendí entonces la magnitud de la información que iba a recibir, y eso que en ningún momento se me pasó por la cabeza compartir dicha información con la competencia, o algo similar. Yo quería saber si se trata de un caso de circunstancias desafortunadas o algo más siniestro. Quiero pensar que se trata de la primera opción.

 

Mi ‘pálpito’ me dice que hubo problemas entre la liga y su mayor inversor. No me extrañaría ver demandas en el futuro, y será ahí donde realmente nos enteraremos de lo que ocurrió de verdad».