» Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro: todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo, y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca….»
Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha.. Cap. XVIII
Cuando apenas llevaba unos meses de aprendizaje en Holdem Limit con un juego todavía mecánico y apenas ajustado técnicamente a un método, sufrí la temida mala racha de la que tanto había oído hablar a otros jugadores más experimentados. Hasta aquí tuve días buenos y malos como todo el mundo, pero en esta ocasión se sucedieron las sesiones con pérdidas, algunas de ellas cuantiosas en los límites en que me movía. De modo, que mi frágil equilibrio de principiante se quebró y las dudas asaltaron mi juego, haciéndome cometer con más frecuencia de lo normal errores evitables y una pérdida manifiesta de agresividad en jugadas habitualmente ganadoras.
Por entonces, al ver tantas y diferentes ediciones de «El Quijote» en casa del maestro (Gonzalo García-Pelayo), me sirvió de acicate para leer éste por segunda vez, la primera lectura fue de niño. Así que quiso la fortuna que me topara con la cita anterior. Medicina para la desesperanza, elixir para el desánimo. Porque no sólo Cervantes me advertía de una obviedad, la mudanza del azar, sino que me trasladaba, como exigencia de Caballero Andante, el no perder nunca ni el valor, ni la lucidez necesaria para quebrar la adversidad cuando ésta se presenta., «que no es un hombre más que otro si no hace más que otro«.
El jugador de póquer necesita una bagaje de conocimientos, uno de ellos es esencial, la banca es intocable y jamás se arriesga. Debe estar en consonancia con los límites en que nos movemos. Como nuestro Caballero, nada seríamos sin armas ni Rocinante. Andar por esos caminos, requiere igualmente el análisis y la reflexión constante de las aventuras que nos sucedan, para enfrentarnos con mayor experiencia y creatividad a las que están por venir. Así es como la revisión crítica de nuestro juego y el estudio de los rivales, deben ser una constante de nuestra acción. Cuando las cosas no vienen bien es vital actuar con cautela y aprovechar ese momento para volver sobre los fundamentos técnicos, parar y mirar nuestro juego con calma y sentido crítico.
El póquer a nivel profesional y semiprofesional es una tarea donde debemos medir nuestro éxito a largo plazo, por tanto la paciencia y la solidez deben ser cualidades inherentes a la personalidad de jugador.
Estar en permanente contacto con jugadores contrastados, correcciones, clases visualizadas etc, debe servirnos para que desde una visión más experimentada se nos dé la seguridad de que nuestro juego es técnicamente riguroso, que como nos advierte el Quijote «presto ha de serenar el tiempo».
Pudiera pensar el lector que no es muy acertado hacer uso y ejemplo del arquetipo del perdedor para escribir un artículo que sea positivo para jugadores de póquer. Sepa sin embargo que es notorio en Don Quijote que era tan discreto e inteligente en su discurso como loco y temerario en sus aventuras. Además, ¿quién dijo perdedor?, no olvidemos que por sus hazañas alcanzó la gloria y su fama llegó a los confines el mundo.
Mucha suerte y constancia amigos…
Jeri Iglesias.
Corrector de manos de LosPelayosPoker
Fuente: lospelayospoker.com