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Mal rollito entre Doug Polk y Luke Schwartz

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La palabra «evolución» está siendo excesivamente utilizada alrededor del poker últimamente. Todo el mundo parece tener claro que lo mejor que le podrí­a sucedera esta industria es un nuevo boom – y a todas, no jorobes-.

El problema es que cada uno ve el problema desde su punto de vista personal. E igual de personales son las soluciones que le encuentran. Algunos jugadores con alma de showmen han encontrado en la creación de contenidos multimedia para Internet un nuevo nicho en el que diversificar su relación con el poker. El espectro de actividades a realizar en la Red es muy amplio, pero empieza a vislumbrarse que una de las avenidas más inexploradas y facilonas para introducirse en el mundillo es el salseo.

Estamos asistiendo al surgimiento de varios personajes más o menos desagradables del estilo del tal Mike Dentale y similares. Pero antes de ellos, ya habí­a buscabullas más que capacitados en el poker, solo que no encontraban los medios adecuados para demostrarlo. Uno de los mejor dotados para el papel de villano es Luke Schwartz, que en una época en que esto ni siquiera vendí­a, ya consiguió ser expulsado del EPT Londres y que se le prohibiera la entrada en los casinos Grosvenor.

Con esos antecedentes, es normal que Joey Ingram, uno de estos nuevos gurús del salseo pokeril, le tenga en marcación rápida. «Fullflush» no decepcionó, y y en uno de los últimos programas de Ingram puso de vuelta y media a Doug Polk. En el PSC Montecarlo, volvió a repetir toda su diatriba para el personal de Pokernews. Llamó a Polk «palomo», que es un insulto con marca registrada, capullo, engaño, estafador…

Igual es porque esta semana viene de visita la WWE a España y ya tengo mi entrada, pero la forma en que le quita el micro a Laura Cornelius y se pone a destripar a Polk me recuerda muchí­simo a las promos de los luchadores de wrestling, que buscan crear expectación a base de crear conflictos personales con el rival con cualquier excusa, por peregrina que sea.

«Polk lleva dos años con su novia y seguro que aún no ha hecho el amor con ella con las luces encendidas, porque es un puto perdedor». Impresionante. Es una frase de la que estarí­an orgullosos muchos de los luchadores de la Attitude Era.

Para rematar con ese extraño paralelismo con el wrestling, Schwartz acaba retando a Polk a un heads-up en Las Vegas- ¡como no!-. Según Schwartz, «yo, que soy uno de los mejores jugadores del mundo, ya no soy capaz de ganar al poker online. Pero es que él tampoco, lleva dos años en picado, con pérdidas de 600.000$. No le tengo miedo ¿Cómo le voy a tener miedo a un perdedor?».

Todas estas lindezas y alguna más ya las habí­a tenido que escuchar Polk anteriormente de boca de Luke. Incluso lo de que ahora que no es capaz de ganar online y que intenta estafar a sus clientes de Upswing Poker vendiendo una estrategia que él mismo no es capaz de hacer funcionar.

Polk ya se defendió de estas cosas. Para él, la explicación a todo esto es que Schwartz es «un personaje», un «lunático». Y que, además, no sabe de lo que habla. En un ví­deo de respuesta a Joe Ingram, colgó la gráfica de la cuenta de Schwartz en Pokerstars en la pared para que le sirviera de fondo. No es necesario decir que la gráfica es horrenda.

Para todo lo demás, la única respuesta de Polk es que «he ganado millones de dólares online, y las pruebas están a disposición de todo el mundo».

La verdad es que todo esto del intercambio de lindezas entre jugadores de poker y los inevitables retos a un heads-up con el que terminan me dan bastante grimilla. Ahora, si empiezan a ponerse mallas de colorines, a llevar máscaras y a saltar desde la tercera cuerda, a mí­ me tienen ganado desde ya.

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