Ya está de vuelta la Pokerstars Caribbean Adventure en Bahamas, el primer gran festival del año. Es la 14ª edición de una cita que a lo largo de su historia ha pertenecido a la gran mayoría de grandes circuitos (WPT, EPT, LAPT, PSC…) y que ahora vuela en solitario ajena a los tejemanejes y a las recalificaciones de los tours de su sala patrocinadora Pokerstars.
El Super High Roller de 100.000$, del que os informamos por separado, es un evento perfecto para empezar el 2018 con un despliegue de poderío; no obstante, en Bahamas hay muchos más jugadores que buscan iniciar la temporada con buen pie en algún torneo más asequible, y entre ellos, varios españoles.
En el primer freezeout de 550$ del sábado no hubo ningún compatriota que lograra acceder a los 23 puestos premiados. Lo más probable es que la ansiada primera caja de 2018 para la Armada llegue en el PCA National Championship de 1.650$, en el que hay cuatro candidatos a conseguir abrir el marcador. Son Raúl Martínez, Miguel Riera, Sergio Cabrera y el chipleader del cuarteto, Lucas Blanco, que es el 10º de la general cuando quedan 61 jugadores para 39 puestos premiados.
El torneo ha recaudado 290 entradas, después de recontar inscripciones y recompras. Es un importante retroceso sobre las cifras del evento de 2017, en el que Javier Gómez Zapatero firmó un meritorio cuarto puesto para empezar su brillante temporada. El año pasado se superaron los 400 registros.
Es cierto que las horribles condiciones meteorológicas sobre la Costa Este estadounidense han impedido la afluencia habitual de jugadores del país que suele ocupar más sillas en los salones del Atlantis Resort -solo 20 de los supervivientes en el torneo son de los Estados Unidos-.
Por ese tipo de cosas, es complicado estimar el posible éxito o fracaso de público del festival extrapolando la asistencia a este National Championship. Lo importante ahora es centrarse en atacar el primer premio de 84.600$ que se ha generado con las aportaciónes de los que sí han estado presentes en el torneo.
Uno de los primeros en sentarse a las mesas fue el Team Pro Barry Greenstein, uno de los pocos veteranos que van quedando en el remozado equipo de la sala roja. Con la llegada de un nuevo enero, Greenstein ha tenido que despedir a compañeros como Felipe Ramos, Vanessa Selbst o Jason Mercier. Cerca de » El Oso», también tomó asiento en el torneo Vicente Delgado, que consiguió doblar su stack durante los cuatro primeros niveles del torneo pero no ha alcanzado el día 2, como tampoco lo ha hecho Greenstein.
Sí lo ha hecho su compañera del Team Pro María Konnikova (83.800), que es uno de los nombres más destacables del field, en compañía del ex-campeón de la PCA Harrison Gimbel (189.000), de Kevin McDonald (181.000), del killer online Chris Moorman (120.100) y del nº 7 del GPI Ari Engel (79.800).
El chipleader es el ruso Aleksandr Nemtcov, con 297.500 puntos. Lucas Blanco es el único de nuestros jugadores que se encuentra por encima de la media de 95.000 puntos. El resto se tienen que enfrentar a un nuevo nivel con ciegas 1.000/2.000/300 con stacks mucho más reducidos y rodeados de los rivales que detallamos en el seat draw.
Mesa 2
- Fabio Freitas (Brasil) 142.000
- Raúl Martínez (España) 63.700
- Kevin Macdonald (Canadá) 181.000
- Vacío
- Shaun Lowe (Bahamas) 81.300
- Patrick Stacey (Canadá) 38.500
- Aleksandr Nemtcov (Rusia) 297.800
- Alessandro De Fenza (Italia) 31.000
Mesa 6
- Miguel Riera (España) 36.500
- Vacío
- Gregory Roberts (Estados Unidos) 13.400
- Alex Difelice (Canadá) 74.000
- Benjamin Zamani (Estados Unidos) 110.000
- Rex Clinkscales (Estados Unidos) 179.400
- Simon Deadman (Reino Unido) 74.000
- Carlos García Sarmiento (Colombia) 36.100
Mesa 7
- Joao Henrique Oliveira (Brasil) 148.400
- Sergio Cabrera (España) 34.500
- Andrei Streltsou (Bielorrusia) 83.000
- James Stewart (Canadá) 36.300
- Lucas Blanco (España) 156.800
- Sylvain Loosli (Francia) 67.800
- Marcos Carneiro Antunes (Brasil) 188.600
- Katarzyna Scisel (Estados Unidos) 58.200
Lo más probale es que no dé tiempo a jugar los 11 niveles estipulados para el día 2 y se llegue antes a la mesa final, momento en que se suspendería el juego para emplazar la resolución del título al día 3 del evento.
