En las principales salas internacionales, GGPoker y PokerStars, se da una lógica superposición de regulares que juegan en ambos lobbys.
Aún así, algunos regulares habrá que sean fieles a una sola marca, y probablemente no sean pocos. Ellos no deberían pagar por los pecados de sus correligionarios que solo juegan en un operador. Pero el póker nunca ha sido justo.
En la noche del martes, a Adrián Mateos le negaron la victoria en el WCOOP 45-H PKO 1.050 $ en el negociado de la pica roja. El miércoles pagaron la afrenta sus rivales de GGPoker.
Adrián Mateos le copió la fórmula a su compatriota Juan Pardo y dominó en dos torneos de mucho coste y field reducido, aprovechando al máximo la racha buena para alzarse con dos primeros premios.
Calentó jugando contra 21 rivales en el WSOP Bounty Hunters Super HR 5.250 $, se vio favorecido por el reparto de premios, en especial de bountys. Al cobrar solo tres jugadores, Amadi se quedó con el 85 % del dinero destinado a bountys, sumando premios por valor de 60.478 $ de una bolsa de 110k $.
Casi al mismo tiempo, se congregó un field bastante similar en el WSOP HR Prime Time 3.000 $. El formato más clásico restringía mucho más la diferencia de premios entre los tres primeros, y Adrián se tuvo que conformar con cobrar 25.495 $ de una bolsa de 60k $.
Los torneos estaban tan cercanos en el tiempo, que la captura de los premios cabe en una sola pantalla.
Para la próxima, probad a dejarle ganar… Aunque nos tememos que, conociendo al angelito, las consecuencias nos serían mucho mejores. Es insaciable.