El gobierno de Chipre está a punto de aprobar una ley que endurecerá considerablemente las condiciones del juego online en la citada isla mediterránea.
Dicha ley castigará a los ciudadanos que practiquen determinados juegos online con multas de 170.000 euros y/o penas de cinco años de cárcel.
El portavoz del gobierno, Christos Christofides, describió el juego online como una lacra social que hace gastar a los isleños unos 2,5 billones de dólares anuales.
Aunque el Ejecutivo de ese país no permite la existencia de casinos presenciales en la isla, aparentemente no ve conflicto alguno en el hecho de que se hagan apuestas deportivas o se juegue a la lotería.
Steve Schwartz, un consultor sobre temas relacionados con el juego, ha comentado esta extraña contradicción:
«He aquí otro ejemplo de cómo otro gobierno actúa contra toda lógica en relación con el juego. Casi todos los gobiernos establecen diferencias entre las distintas formas del juego y la realidad es que el juego es el juego; no hay diferencias entre sus distintas formas».
Un jugador online chipriota llamado Michael Conchitto ha puesto de manifiesto su frustración ante la futura ley:
«Hago apuestas en muchos deportes y me gusta jugar al poker online. ¿No creen que es ridículo que ahora pueda hacer una cosa y no las dos? ¿Qué van a hacer ahora? ¿Decirme que debo utilizar un tipo de champúy no otro?
Si el proyecto de ley es aprobado, juegos online como el poker, las tragaperras o la ruleta estarán prohibidos en Chipre. En cambio, las loterías y las apuestas deportivas seguirán siendo plenamente legales. El actual impuesto sobre los beneficios del 10% se convertirá en un tributo sobre el 3% de los ingresos, para desalentar la realización de trampas.