De acuerdo a la web rusa Gypsy Team, que también publica en inglés, la sala PokerOK, subsidiaria del mayor operador mundial, GGPoker, acaba de declarar la guerra a los llamados establos de jugadores de póker.

El entrenamiento y la financiación de prometedores jugadores de torneos se conoce desde hace décadas como montar un establo. Sus participantes se conocen como caballitos, en referencia al cuidado y al mimo que ponen los criadores de purasangres para moldear a un campeón.

Muchos de los más recientes escándalos del mundo de los torneos online han involucrado a uno o más de estos grupos de estudio, como los equipos que habían formado a su alrededor Ali Imsirovic o Bryn Kenney, sobre los que se desató una ola de baneos y confiscación de cuentas desde la propia GGPoker, en lo que aquí bautizamos como Tormenta en las High Stakes.

GGPoker siempre ha moldeado su modelo de rake y su sistema de fidelización en la defensa del jugador recreacional, dificultando la capacidad de los regulares de aprovecharse de jugadores más inexpertos. Las tácticas predatorias que se dan en el cash y en los torneos difieren, pues es mucho más sencillo aislara a los jugadores más débiles en las mesas de cash. Prácticas como la colusión, las multicuentas, el grimming -ausentarse en el momento justo de manera que el rival siempre acabe poniendo una ciega grande de más- o el bumhunting -negarse a jugar más que con jugadores débiles-han sido reiteradamente denunciadas y perseguidas en muchas salas.

Sin embargo, en los torneos se aplican otro tipo de atajos para abusar de los fields. La colusión o el uso de multicuentas es común a ambos formatos, pero los torneos abren las puertas a nuevas técnicas como el soft play -evitar botes grandes contra compañeros de establo-, ghosting -cambio de jugador al cargo de una cuenta en las fases decisivas de la partida- o ciertas aplicaciones de la asistencia en tiempo real, como los cambiantes rangos preflop afectados por el ICM, que fueron las que causaron todos los escándalos mencionados en la comunidad de los High Rollers.

Por ahora, los usuarios de MTTs habían quedado al margen de los intentos de los operadores de limitar a los jugadores regulares, en especial a los ganadores, pero parece que también les llega el turno.

La cuenta oficial de Telegram de PokerOK les ha «declarado la guerra» a los establos. Esto es un extracto del post.

«Llevamos largo tiempo monitorizando y recabando información sobre las actividades de ciertos fondos y escuelas de póker -los llamados establos-, de los que nos hemos dado cuenta de que usam métodos de entrenamiento ilegales y que violan las normas de la plataforma.

Hablamos de juego en equipo, soft play, colusión, ghosting, bumhunting, multicuentas y minado de bases de datos, notas y estrategias.

La actividad de los establos es, sin ningún tipo de duda, la mayor amenaza que sufren la pureza, la integridad y la igualdad de oportunidades en el póker actual. 

Damos comienzo a una guerra activa contra ellos. De hecho, ya hemos tomado medidas restrictivas con algunos jugadores. Y tendrán continuación«.

El foro ruso de Gipsy Team da cabida a hilos en los que responsables de grupos de estudio dan cuenta de que les han congelado la cuenta a varias docenas de sus caballitos. Aquellos que las han recuperado, constatan una drástica reducción de los límites de depósito y retirada y también que les ha sido desactivada la posibilidad de hacer transferencias entre usuarios de la sala.

Un responsables de uno de los establos consultados en el artículo original denuncia que detrás de todo esto se oculta una nueva persecución de los jugadores ganadores. «La idea de que todos los jugadores ganadores son malhechores echa por tierra el concepto del póker como juego de habilidad«.

Desde otro se apunta que el ghosting, el juego en equipo y el minado de información son problemas independientes de los establos. Es más, a partir de cierto momento en su crecimiento, los servidores de una escuela se convierten en un espacio público, el ambiente menos propicio para que florezca el fraude.

Todos coinciden en que los coaches, los jugadores que buscan inversión y las escuelas dependen en gran parte de su reputación dentro de la comunidad. Son proyectos en común que generan mayores ganancias si adquieren estabilidad y se prolongan en el tiempo. Más que promover la colusión, promueven la competitividad, pues facilita que surjan jugadores que además de aportar con resultados, se acaban convirtiendo en nuevos coaches y referentes para sus miembros.

Es más, su experiencia puesta en común y su conocimiento del entorno de la sala y de las mesas les hacen sumamente efectivos en la denuncia de los bots.

Pero claro, eso es lo que aseguran los afectados. En lo que no parece faltarles la razón es que en la propia existencia de las comunidades es donde radica la primera barrera de defensa contra todas estas prácticas irregulares. Muchos jugadores pertenecen a más de un grupo o cambian de escuela por varios motivos, y ya sea por chismorrear o por la competencia entre grupos, siempre se acaba conociendo el funcionamiento interno de cada establo y salen a la luz los trapos sucios.

Por no mencionar el hecho de que el aprendizaje del póker y profundizar cada vez más en sus estrategias es lo que lleva a una gran mayoría de usuarios de las salas a visitarlas a menudo. Las escuelas de póker han sido fuente de captación de clientes para la industria desde hace años.

Más allá de escuchar a ambas partes, en este caso la única que tiene la potestad de imponer su posición es la sala. Habrá que seguir atentamente el asunto para ver si se limita a la skin rusa de GGPoker o se abre camino a otros mercados del mismo operador o de otras salas. Siempre mejor que los experimentos se realicen en el laboratorio, en un entorno aislado y controlado, hasta saber si se obtienen los resultados deseados.