El blog oficial de Pokerstars en español nos ha dado a conocer una más que llamativa historia que cuenta, a modo de epopeya, todas las vicisitudes y desgracias que fue acumulando un clasificado por satélite llamado Antonio Sotelo y que no pudieron apartarle de su objetivo final, materializar la posibilidad de ganar un premio en el Eureka Poker Tour dispuatado en el King’s Casino de Rozvadov.
La mayoría de los paquetes clasificatorios para eventos internacionales están pensados para facilitar la asistencia de los clasificados por satélite, que no se puede limitar a la adjudicación de una entrada, sino que debe ocuparse también del viaje para no perder un gran porcentaje de su atractivo para las bancas más modestas.
Este posibilidad se convierte en casi obligación cuando al segmento al que apelas es al más recreacional, como es el del satélite de 5€ al que se registró Sotelo. El premio al que optaba combinaba los 1.100€ del buy-in y 400€ para gastos. El problema es que era prácticamente el último clasificatorio disponible y el plazo para hacer los preparativos se reducía a cuatro días.
«Intentando cubrir todos los gastos de desplazamiento con los 400€ conseguidos, trazó un plan para llegar hasta Rozvadov. Desplazarse desde Vigo a Santiago en coche, avión a Núremberg, haciendo escala en Mallorca durante 15 horas. Desde Núremberg subirse a un tren hasta Weiden. Desde esta pequeña ciudad tendría que subirse a un autobús hasta Waidhaus, el pueblo más cercano a la frontera de Alemania con la República Checa.
Todo cerrado y preparado, pero el día antes de viajar se empieza a encontrar mal, con mareos, vómitos y un cuadro de malestar general. A las 20:00 se tiene que acercar hasta el hospital, donde le diagnosticaron un cuadro de gastroenteritis aguda.
Tras descansar unas pocas horas emprende su viaje hasta el evento. Cuando llega a Núremberg y se sube al tren, descubre que hablando muy poco inglés, y nada de alemán, la comunicación con revisores y trabajadores iba a ser algo complicado.
Pese a todos estos contratiempos es capaz de llegar hasta Waidhaus y revisando en Google Maps, ve que el Casino Kings está a tan sólo 1 hora y media andando desde su ubicación. Pero cuando lleva algo menos de 1 hora caminando, descubre que a partir de un punto el tránsito está restringido a peatones, se está haciendo de noche y no parece la mejor idea continuar caminando.
En el medio de la nada, encuentra un taller local, donde le explican que no existen autobuses, taxis o ningún otro medio de transporte que lo pueda acercar hasta su destino. Antonio le ofrece algo de dinero al dueño del taller y este accede a llevarlo hasta su hotel, que estaba a más de 3 kilómetros del Casino, en la localidad de Svatá Katerina.
Y sin apenas ingerir ningún alimento sólido durante 2 días, sobreviviendo a base de bebida isotónica con el firme propósito de conseguir llegar al gran torneo en las mejores condiciones posibles se dispone a descansar a su llegada al hotel a las 22h del viernes día 17 para jugar el sábado a las 11 de la mañana».
Sotelo, sin ingerir alimento alguno, sobrevivió a 15 horas de partida y llegó a embolsar con el resto de supervivientes de su día 1, lo que significaba que estaba en premios (127º, 2.667€). Además, como único español del torneo.
La vuelta, como puedes leer en el artículo original, también fue toda una aventura, una que engrandece la leyenda negra del aislamiento en que se sumen los viajeros que se acercan al King’s Casino, pero que a la vez le pone la guinda a una historia única, una de las banderitas del Hendon Mob que más penurias ha costado ganar.