El póker y las criptomonedas son dos sectores económicos que mantienen una muy estrecha relación desde sus inicios.

La figura del moderno profesional del póker surgió al amparo de las salas online, y su ámbito de actuación le exigía estar al día en el plano tecnológico. La necesidad de un acceso ininterrumpido a Internet obligaba a los pros online a usar una gran cantidad de equipo informático que una vez obsoleto, o por redundante, podía ser empleado para el minado en los albores del bitcoin.

Las criptomonedas se convirtieron en un tema de conversación perfecto para socializar con otros jugadores. De la curiosidad por el tema surgieron verdaderos convencidos de las bondades de la blockchain, que se cuentan entre los pioneros en el mundillo. No hace falta recordar que el valor del bitcoin ha crecido exponencialmente desde su nacimiento, y que los primeros adoptantes han acumulado unos rendimientos financieros incalculables.

La revista económica Bloomberg se ha atrevido a calcular por primera vez el valor del mayor intermediario de criptomonedas del mercado, Binance y, solo por el valor de sus acciones, considera a su fundador, Changpeng Zhao, como una de las mayores fortunas del mundo, muy cercana ya a la de otros magnates del sector tecnológico como Mark Zuckerberg, Larry Page o Sergey Brin.

En realidad, el CEO de Binance es probable que acumule una fortuna aún más llamativa, pues en la suma que hace Bloomberg de sus activos no está incluido el valor de su wallet, que puede ser asombroso.

El artículo que le ha dedicado Bloomberg a Zhao recoge una anécdota que pertenece a la biografía del empresario chino emigrado a Canadá y está relacionada con el póker, y que refleja precisamente lo que estamos comentando aquí.

El padre de Zhao, profesor universitario, fue uno de los afectados por la Revolución Cultural de Mao. Se llevó la familia a Canadá, y allí su hijo se reveló como un genio informático. Graduado como ingeniero, enfocó su carrera hacia la creación de herramientas financieras para empresas como la Bolsa de Tokyo.

Más tarde, en 2005, fundó su propia empresa y se estableció como una referencia en su sector. Al parecer, ocho años más tarde, perteneciente ya a la élite de los negocios de la capital china, Zhao estaba jugando una partida de high stakes con otros inversores y empresarios, cuando surgió una conversación sobre el bitcoin.

Un par de participantes en la partida convencieron a Zhao para invertir en criptomonedas, y despertaron su curiosidad sobre el tema. A medida que iba descubriendo el mundo de la blockchain, Zhao se convencía más y más sobre el futuro del bitcoin, y acabó invirtiendo todos sus activos en adquirir criptos y en crear su propia empresa de intercambio, el germen de Binance.

La conversación que dio origen a la mayor fortuna relacionada con las criptomonedas es una charla que se ha dado alrededor de muchas mesas de póker, y en muchas reuniones sociales entre jugadores de póker. La versión actual de esa charla ha variado un poco con el tiempo. Ahora, suele derivar rápidamente hacia otro tema, que es: «Si hubiera empezado a acumular bitcoins de aquella…»