El próximo septiembre van a confluir en el King’s Casino de Rozvadov dos proyectos de largo recorrido cuyo resultado conjunto puede cambiar el panorama del poker europeo para años venideros.
Por un lado, Leon Tsoukernik compró el terreno en el que hoy se levanta el King’s en 2002 con la idea de de que los jugadores europeos de poker pudieran vivir una experiencia similar a la de sus equivalentes en las Vegas. La expansión del espacio para torneos y la construcción del hotel de cinco estrellas que van a estar terminadas en verano terminaron de convencer a las WSOP para poner en manos de Leon la responsabilidad de honrar la marca de las WSOP y, a la vez, las herramientas básicas para crear su plan más ambicioso.
Por otro, se puede ver cumplido el objetivo principal que persigue Caesars International desde hace una década, cuando inició las gestiones para que la palabra World que figura en el festival más importante del poker, las World Series of Poker, rindiera honores al significado geográfico del término. Sacaron fuera de Estados Unidos el WSOP Circuit y crearon franquicias de las WSOP en Europa (WSOPE) y Australia (WSOP-APAC), pero hasta el día de hoy la percepción del público acerca de estos eventos no se ha acercado ni de lejos al nivel del original.
El plan que Tsoukernik ha ideado es ambiciosísimo. En el contrato que firmaron para los próximos tres años, las WSOP le han concedido al King’s tres ediciones bianuales de las WSOPE y dos paradas anuales del WSOPC, excepto en los años que haya WSOPE, que habrá una.
Lo primero que va a hacer el coleccionista de arte y empresario metido a highstaker es programar uno tras otro los dos festivales de la marca, la edición de septiembre del WSOP Circuit y la edición 2017 de las WSOP Europe, alargará la duración de los festivales e incorporará al calendario eventos icónicos como el Colossus, el Monster Stack o el Little one for One Drop, que además tendrán unos garantizados mareantes.
El híbrido resultante será que el King’s Casino va a albergar una oferta de poker relacionada con las WSOP durante 44 días consecutivos, del 28 de septiembre al 10 de noviembre, con 84 eventos y 14 anillos del WSOPC y 11 brazaletes de las WSOP en disputa.
Un all-in de un solo board que intentará replicar el ambiente del Rio tanto en volumen de torneos como en la experiencia destinada al jugador, aprovechable de la misma manera que el festival de las Vegas, o bien reservando una estancia prolongada o bien con una visita planeada alrededor de los eventos más importantes, que serán los siguientes.
- 19 octubre: Evento #1 1.100€ Monster Stack. (500.000€ gtd, tres días 1 con posibilidad de usar un registro diario)
- 27 octubre Evento #5 The Colossus 550€ (2.000.000€ gtd, 10 días 1. Una reentrada por día)
- 1 noviembre: Evento #8 Little One for One Drop 1.100€ (500.000€ gtd, dos días 1 reentradas ilimitadas)
- 1 noviembre: Evento #9 WSOPE High Roller 25.000€ (reentradas ilimitadas)
- 3 noviembre: Evento #10 WSOPE High Roller for One Drop 111.111€ (10.000.000€ gtd, reentradas ilimitadas)
- 4 noviembre: Evento #11 WSOPE Main Event 10.300€ (4.000.000€ gtd., dos días 1, una sola reentrada)
El calendario del WSOPC aún permanece en las mesas de diseño, pues ha sufrido ya dos modificaciones en sus fechas hasta que Tsoukernik y las WSOP han desvelado el bombazo. En el plan inicial, el WSOPC iba a ocupar su propio espacio en marzo. Luego, parecía que iba a simultanear su presencia con las WSOPE para reforzar la agenda de la cita más importante.
En esa última instancia, el calendario estipulaba que los 14 eventos incluirían un torneo para Seniors, otro para Ladies, High Rollers de 5.300€ y 8.888€, una versión de cuatro días del Monster Stack con un precio de 550€, un evento inaugural de 299€ y el evento principal de 1.650€ de entrada.
Si los torneos de las WSOPE de este otoño alcanzan las cifras que los garantizados auguran y el festival logra la tracción necesaria durante los 44 días que dura, la mentalidad de que fuera del Rio es insostenible un calendario de esta magnitud habrá saltado por los aires, y quedará abierta una gran incógnita sobre cuáles podrían ser las consecuencias de algo así en la confección del calendario internacional.
Ty Stewart, el director ejecutivo de las WSOP, aspira a replicar la magnitud de lo conseguido en el Rio, un festival que ningún otro circuito internacional se atreve a contraprogramar.
«Estamos llenos de optimismo acerca de que esto se pueda convertir en el equivalente europeo de las WSOP de Las Vegas, algo que siempre habíamos soñado con lograr desde que pusimos pie en Europa hace ya una década».
Sería la bomba poder llegar a ver algo así con satélites accesibles desde España a través de salas «.eu». A ver si no nos falla la DGOJ. #Onetime
