Los primeros tiempos de la regulación en España fueron especialmente complicados para los jugadores, fundamentalmente, por la indefinición fiscal de la Ley del Juego.
Esta nos obligaba a tributar por las ganancias brutas y no las netas, lo que hacía imposible poder jugar.
La situación se mantuvo hasta que el 27 de septiembre de 2012, el gobierno popular anunció que las pérdidas del juego podrían ser aprovechadas para compensar las ganancias. Es decir, que se tributaría por las ganancias netas, por la diferencia a final del año natural fiscal entre lo ganado y lo perdido, teniendo en cuenta depósitos, retiros y balances de las cuentas en las salas de poker online y en los casinos presenciales.
La medida tuvo efecto retroactivo y se aplicó desde el 1 de enero de dicho año 2012, lo que alivió a gran parte de los ganadores del poker online en el mercado regulado.
No obstante, la medida no fue «beneficiosa» para todos. No afectó a los residentes en Euskadi, ya que en sus tres provincias la legislación sobre el IRPF solo podia ser modificada por medio de decretos de sus respectivas diputaciones forales.
De esta forma, los vascos no pudieron compensar las pérdidas en la declaración de la renta de 2012, lo que perjudicó notablemente a los aficionados al poker o a las apuestas.
Esta mañana, he leído en el blog de la crack de Laura Guillot que los vizcaínos sí podrán deducir las pérdidas de sus ganancias brutas en la declaración de 2013 (a realizar este año).
El pasado 23 de abril apareció publicado en el BOB un Decreto Foral de la Diputación de Vizcaya en el que se realizaban diversas modificaciones en el reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Pérsonas Físicas, con el objeto de «reforzar los principios de equidad, progresividad, neutralidad, transparencia y sumplificación». Uf, cómo le gusta a los políticos ser rimbombantes.
En el decreto se acepta que los residentes en Bizkaia puedan compensar las pérdidas:
«En cuanto a las ganancias y pérdidas patrimoniales, se han efectuado ajustes en el tratamiento de las pérdidas no computables de cara a considerar como pérdidas patrimoniales no computables las debidas a pérdidas en el juego obtenidas en el período impositivo, en el importe que exceda de las ganancias obtenidas en el juego en el mismo período«.
De esta forma, se equipara su situación fiscal con la del resto de residentes en el Estado español.
Ahora solo falta que las diputaciones de Álava y Guipúzcoa sigan el ejemplo, y den un paso necesario para la tranquilidad de los jugadores de dichas provincias.
¡Políticos, muévanse, que para eso cobran!
Por cierto, esta noticia me recuerda que aún no he hecho la declaración. Periquillo, amiguete, a ver si quedamos para hacerla. Yo paso de líos con Hacienda. ¿Y quién mejor que un jugador de poker como Periquillo, que además es contable, para hacer todo el papeleo?
