El finlandés Miikka Anttonen ha roto una lanza en favor de la creatividad. Tiene claro que el poker ha perdido algo de magia en los últimos tiempos y se ha convertido en algo demasiado automático. El juego creativo es algo marginal y la ley del juego mecanizado se ha impuesto por el mundo adelante.
¿Qué pensarían de esto los primeros road gamblers, aquellos que vivían al límite y cruzaban los Estados Unidos de partida en partida? Probablemente, desearían no haber promovido el juego con sus hazañas porque lo que hay ahora no es más que una sombra de aquello, una sombra muy bien iluminada y con mucha parafernalia, pero una sombra al fin y al cabo.
Es verdad que el juego ha evolucionado muchísimo, pero el espíritu se ha corrompido por el camino. Actualmente hay muchísima información, quizá demasiada, y los jugadores pueden adquirir unas determinadas habilidades con gran facilidad.
«Este conjunto de habilidades – llamémosle habilidades de ganador microscópico – se encuentran ahora en casi todos los rivales. Pero estas habilidades, también podrían ser dañinas. Todas las escuelas de poker están enseñando el mismo estilo, como si se tratase de las respuestas a un examen de historia cuyas preguntas están grabadas en la piedra. Esto hace que seas despojado del principal activo que podría ponerte en ventaja frente a otros, en ruta hacia el verdadero profesionalismo del poker: la creatividad», dice Miikka Anttonen.
Uno de los vídeos de poker más interesantes que ha visto el comenzaba con un monólogo de 16 minutos acerca de por qué no hay que jugar en busca de un 5% de ROI ni hacer las cosas de la misma manera que las hacen los demás. Después de eso, el autor del vídeo jugó una mano de una manera que no sería aceptable con los cánones de juego actuales.
«Limpeó en ciega pequeña con una pareja baja, con un stack efectivo de 16bb, y jugó al check-call en las tres calles. Es una mano que hará más daño que beneficio a tu juego si la aplicas al pie de la letra, pero este tipo (uno de los mejores jugadores de MTT de todos los tiempos) tenía algo en mente. ¿Qué pasa si el estilo tight-agresivo de jugar 14/12/5 en mesas full ring, hacer las 3bets que dicen los libros de texto o no arriesgar tu stack sin una mano premium son estrategias inferioriores? ¿Y si hay algo más, como un jardín secreto del Edén, del que nadie nos ha hablado?»
Actualmente, los recursos de aprendizaje son infinitos, pero se adquieren con poco esfuerzo y eso tiene una pega muy gorda. Es fácil ganar dinero en los microlímites en poco tiempo gracias a las escuelas, los foros, las calculadoras de poker… «pero a pesar de que estos profesores estén enseñando la manera correcta de hacer las cosas, limitarse a copiar simplemente lo que dicen asegura dejar de pensar por uno mismo y no pensar es el peor enemigo del éxito en el poker«.
«Un buen ejemplo de estos jugadores robóticos son los grinders de MTT y SNG turbo. Voy a tratar de ser respetuoso, porque tengo que admitir que yo no duraría ni un solo día en esa profesión. Los mejores jugadores de estas modalidades son muy buenos en lo que hacen. Les puedes despertar en mitad de la noche y preguntarles qué porcentaje de manos deberían empujar desde ésta o aquella posición con éste o aquel stack y al instante te responderían sin pensarlo que la respuesta correcta es el 13,54594351%. Pero seguramente estarían en problemas si les pones a jugar al poker callejero con 300 ciegas contra un mal profesional en vivo que ni siquiera ha oído hablar de PokerStove. Una típica acción de un grinder turbo me imagino que sería la 3bet con algún rango ‘correcto’, hacer continuation bet en la mayoría de los flops y llevarse así la mano. En el lado opuesto, el pro en vivo pensaría que la mano no empieza realmente hasta que se haya repartido el turn. A pesar de que sólo uno de ellos está jugando de la manera ‘correcta’, ¿no podrían aprender algo el uno del otro?«
Este tipo de grinders son unos maestros como short stacks y han invertido miles de horas en la depuración de su juego push or fold. La especialización da resultado y han hecho un buen montón de dinero, pero seguro que serían unos jugadores mucho más completos si también jugasen deep stack. Evolucionarían hacia algo mejor o, al menos, introducirían nuevos matices en su juego.
«La clave es cuestionarse las cosas, preguntarse por qué. Hay que responder a esta pregunta varias veces en cada mano. Lo sé, la mayoría de las decisiones son más o menos automáticas en estos días y uno se siente un poco tonto preguntándose por qué foldea 72o desde UTG o por qué hace apuesta de continuación en un flop 533 rainbow con el 100% de las manos, pero es importante hacerlo. Explicar y justificar las acciones a uno mismo en medio de una mano es la mejor manera de asegurar que se está centrado y que la mente no vaga lejos de la toma de decisiones. De esta manera, siempre se estará alerta y, lo más importante, abierto a nuevas ideas. ¿Cómo vas a mostrar con éxito una segunda pareja tras un check-raise de farol en el river si no te lo puedes explicar a ti mismo? Cuando no se hacen preguntas, tampoco se encuentran respuestas y simplemente se juega como un robot. Y eso es lo que la mayoría de los jugadores son en estos días: robots. Si eres bueno siendo un robot y has asimilado todo lo que has aprendido en tus estudios, enhorabuena, probablemente estés ganando un poco de dinero. Pero ya sabes, en el McDonalds también pagan a 12$ la hora. íse es el 5% de ROI con el que no debemos conformarnos, aunque la mayoría de nosotros estemos demasiado asustados como para intentar otra cosa».
Al margen del éxito, experimentar la creatividad en el poker es lo que o hace realmente divertido y lo convierte en un verdadero reto. La manera de conseguir algo importante no consiste en intentar copiar a los demás. Es rentable y es más que respetable, pero no supone un desafío ni para el jugador ni para el aficionado. Ya me gustaría a mí tener un 5% de retorno de la inversión, pero una vez conseguido eso, ¿por qué no dar un paso más y liberarse de las ataduras del juego mecánico? ¿Acaso el talento ya no tiene cabida en los tiempos que corren? Yo creo que sí, pero haría falta estimularlo y aplaudirlo un poco más.