La situación ha sido una de las más frikis que se recuerdan en el Main Event de las WSOP.
La jugadora Danielle Andersen la ha dado a conocer por medio de las redes sociales.
La historieta sucedió en el Día 1B. Una mujer, que no tenía prácticamente idea de jugar al Texas Hold’em, le comentó a Danielle que estaba jugando el torneo por voluntad de su marido, que le había comprado la entrada del ME como regalo de su propio cumpleaños (no el de su mujer). El regalo para el hombre era que su mujer jugase el Main Event.
La esposa jugó con la idea de librarse con la mayor brevedad de la montaña de fichas que tenía ante ella. Según ha contado Andersen, la señora le preguntó al dealer si podía repartir sus fichas de forma equitativa entre los jugadores que estaban en su mesa. Al recibir una respuesta negativa, la mujer shoveó a ciegas sus últimos 22k puntos y con K4 reventó los 88 de su rival. Se puso con más de 50k y preguntó cómo podia perder las fichas lo más rápido posible para irse a dormir.
Poco después, un jugador apostó 60k en un bote de 5k con 55 en un flop Q53. La mujer le pagó con QJ. Y entonces dijo «Shit!», pensando que ganaba la mano. Al darse cuenta de que estaba eliminada, respiró por fin con alivio. Lo había conseguido: bustear en el Main Event.
La señora se despidió de sus «oponentes», dejando un ambiente de buen rollo en la mesa. La situación cambió radicalmente cuando vieron que ocupaba su asiento el mismísimo Howard Lederer.
Andersen zanjó esta peculiar historia dedicándole una peineta al timante de FullTiltPoker.
Here’s to you Howard! #Tequila #NeedMore #Cheers #GoHome pic.twitter.com/KHKjEYvHc3
— Danielle Andersen (@dmoongirl) 11 de julio de 2016