El relojito interior de muchos de nuestros más insignes cartomantes se encabrita todos los años de manera especial en estas fechas.

El instinto, la madre naturaleza, llama a comenzar la migración hacia la ciudad del pecado, tierra de la abundancia para todas las especies, desde el que solo juega cash al que necesita un torneo diario para sentir que ha vivido.

Pero el camino es largo y el precio caro, y hay que tomar reservas en las mesas online, una buena capa de grasas para sobrevivir al frío del océano que hay que cruzar. De eso va el gran fin de semana del SCOOP de Pokerstars.com y del World Festival de GGPoker.

Juan Pardo, que tiene callo, ha recordado a todos cómo se hace. Esperó a última hora, eso sí. En el nivel más exigente para el bolsillo del Sunday Cooldown, de 1.050 $ de entrada, Malaka les ha dejado un recado a 364 rivales, de los que un buen porcentaje se cruzarán con él en los pasillos del Horseshoe en las próximas semanas (1º, 60.437 $).

El ejemplo que da Juan es el que esperamos que sigan al pie de la letra todos aquellos que han visto retrasado el momento de la verdad de sus torneos a una jornada posterior.

En el MAin Event High el registro está todavía abierto, pero ya hay un buen puñado de nombres que seguir con atención. Juan Pardo, Adrián Mateos, Elías Gutiérrez y Sergi Reixach han hecho todo lo necesario para no defraudar a sus numerosos seguidores, lo que en algún caso ha supuesto pagar hasta tres registros de 10.300 $, pero ahí estarán, dispuestos a llegar al día 3.

Nacho Morón tiene menos tirón pero tanto naipe como el resto, y Soraya Estrada «railerita» no se contenta con seguirles el ritmo, sino que comanda todo el grupo con el 25º stack de los 170 que por ahora sobreviven en el torneo.

Habrá que ver quién va pasando el filtro en los niveles Mid y Low, en los que todavía quedan centenares de mesas y horas para apuntarse.

Con el reojillo hay que estar mirando al Main Event de PLO, donde se está cociendo un momento histórico del póker online con claro sabor patrio. Lautaro Guerra y Ka Kwan Lau, que pactaron el heads-up el año pasado, están a dos mesas de repetirlo 12 meses después. Se nos acaban los adjetivos con estos dos.