La pasada madrugada el Rio volvió a ejercer como sede de las WSOP, 17 meses después, para acoger la mesa final del Main Event Doméstico de las Series Mundiales.

Al igual que sucedió en la fase internacional, que terminó con una mesa final jugada en vivo en el Casino King’s de Rozvadov, el coronavirus tuvo una incidencia directa en el resultado. Upeshka De Silva, octavo clasificado provisional, resultó descalificado y relegado a la novena plaza por dar positivo en un test previo a la final.

Los otros ocho candidatos sí­ que alcanzaron el casino de Las Vegas en tiempo y manera oportunas, y aunque su estancia fue mucho más breve de lo esperado, en este caso no tuvo nada que ver la pandemia.

Los culpables fueron, al alimón, las ciegas tan altas con las que se llegaron a la final -arrancó en el nivel 75k$/150k$- y Joseph Hebert, que disponí­a de una enorme ventaja después de anotarse todas las eliminaciones menos una en las dos últimas mesas de la fase online.

La primera eliminación llegó sin haber terminado la primera órbita. No duró mucho el favorito del gran público, que ante la ausencia del tricampeón De Silva pasó a ser el financiero Gershon Distenfeld. Este jugador lleva a rajatabla el calificativo de recreacional. El poker es tan solo un entretenimiento para él, y para demostralo, prometió donar el 100% de sus ganancias netas en el torneo a unas ONGs elegidas por sus familiares. Distenfeld intentó eliminar a Dobin con , pero no eran suficientes para batir a ::qd. En la siguiente mano le sirvieron una segunda ración de damas, depsués de 3betear contra Jenkins.

Cannon tomó el mando de las operaciones hasta que subieron las ciegas por primera vez. La BB pasó a costar 200.000 puntos y a mucha gente le tocó pasarse al push o fold. Los bigstacks no encontraron mano para defenderse, y Hebert perdió puntos durante un nivel que no se cobró nuevas ví­sctimas.

Las damas volvieron a hacer estragos en la mano 61. Jenkins pagó con ellas el push directo de 4bb de Shawn Stroke y el posterior 3bet push de Dobin, que le tení­a cubierto por otras 4bb. Stroke estaba casi condenado al séptimo puesto con , pero Dobin llevaba . Las damas aguantaron, y un par de manos después, Hebert completó la doble eliminación rapiñando el resto de Dobin.

Yuan se quedó como shortstack y le tocó ser el siguiente en pasar por la picadora. Hebert le pagó una guerra de ciegas con parejita y se llevó el flip.

Hagerty tuvo mala suerte. Dispuso de una doblada casi hecha contra Cannon, AK contra AQ, pero el crupier desplegó una escalera en mesa. La siguiente vez que le pagaron un push su as iba dominado, y a él no le tiraron el salvavidas. Hagarty no lo sabí­a, pero solo se iba a perder siete manos del Main Event.

Hebert se llevó los siguietnes cuatro botes, dejó que Cannon y Jenkins vieran un flop y volvió a la carga en la siguiente mano. Cannon decidió que era una jugada con buena equity para intentar pararle los pies, pero justo en esa, Hebert estaba abriendo ases.

Se les dieron 15 minutos de asueto a los clasificados para el heads-up final. El trabajo previo que hicieron Joseph Hebert y Ron Jenkins con vistas a este momento fue tiempo perdido, porque la baraja decidió por ellos. En la primera mano del heads-up, Hebert recibió ; Jenkins . El as apareció en la ventana par dinamitar el inmaculado récord de las damas en esta FT y darle la victoria el que fue chipleader durante las 98 manos que duró la partida.

Fue un momento con una importante carga emocional para Hebert.

Este pasado verano, Hebert le escribió a su madre un mensaje con el móvil que, casualidades del destino, tení­a que ver con las WSOP: «Ojalá pueda ganar algún dí­a un brazalete. Es mi sueño, y no sé cuántas oportunidades más llegaré a tener». Su madre le contestó: «Sigo esperanzada en que será así­, y rezo por ti. Las cosas se arreglarán». Tres dí­as más tarde, Linda, la madre de Hebert, sufrió una embolia pulmonar que provocó su fallecimiento, sin que hubieran podido cruzar otra palabra.

Hebert tendrá que enjugar las lágrimas y prepararse para otra cita importantí­sima. El heads-up contra el campeón del Main Event Internacional Damián Salas.

Las WSOP han dispuesto 1.000.000$ extra para el ganador de la unificación, que pasará a la historia como el campeón del Main Event de las WSOP 2020. Por los pelos, porque la partida está programada para el dí­a 30, el próximo miércoles.