Este domingo se cerró la edición marbellí de la séptima temporada del Estrellas Poker Tour. Es curioso; este año es el primero desde que debutó en el circuito -y con este van cuatro- que no ha tenido ni un solo español en la mesa final.
Vaya por delante que el evento principal del Marbella Poker Festival es el torneo más internacional de los que se celebran en nuestro país después del EPT Barcelona, pues también forma parte del calendario del UKIPT, pero hasta ahora los españoles habían sido protagonistas, con victorias para Isidoro Barreña y Rodrigo Espinosa y un subcampeonato para Pablo Rojas «Pableras».
Hay que destacar que los cuatro eliminados en burbuja de mesa final eran compatriotas. El último en caer fue Romain Feriolo, un vecino de Marbella al que se le dio por nacer en Francia. En Marsella concretamente, a una consonante de distancia.
A pesar de que se deja ver por por algún que otro torneo celebrado en el casino de su ciudad, para el gran público era la vuelta a la competición de un jugador que hace una década consiguió entrar en dos finales del EPT y que llevaba seis años ya sin añadir una caja reseñable a su historial.
La mesa final fue un enorme popurrí de nacionalidades e historias personales: dos amigos serbios que viajaron juntos desde Mitrovica, un universitario tardío proveniente de Israel, un estudiante alemán al que le gusta combinar poker y vacaciones, un terapeuta holandés, un pro polaco que ya hizo mesa final en el ESPT Madrid el año pasado (Mikal Ozimek)… Pero el que acaparaba todas las miradas era el brasileño Rodrigo Strong, campeón del LAPT Chile el pasado marzo.
Desde que se puso chipleader del día 2, Strong levantó un indestructible muro de fichas entre él y el resto de jugadores del torneo. Se plantó en la mesa final con 7.250.000 puntos, a una distancia sideral del segundo Armin Zoike (2.560.000 puntos), y en una situación excepcional, con sus perseguidores más cercanos rondando el mismo stack y los saltos de premios dictando un exceso de prudencia a sus rivales.
Strong se permitió un par de despistes en la final y llegó a perder el liderato durante lo que parecieron unas décimas de segundo, pero ahí estaba de nuevo cuando se paró el torneo para discutir un reparto a tres, encaramado en lo alto de la tabla. Asegurarse el mayor premio del torneo pareció hacer mella en la concentración del carioca, que poco después se permitía la licencia de 4betear 
a Bob Janssens y se dejaba todas sus ciegas menos 12 contra 
.
El tercer jugador presente en el pacto era Jonathan Schuman, un promotor inmobiliario londinense de 47 años, jugador de cash y establecido desde hace un tiempo en la Costa del Sol malagueña. Llegó a la mesa final apoyado en un estilo rocoso y sólido, aunque entendió perfectamente que, en el plan en el que estaba Rodrigo Strong y con el stack que le había quedado, 
era mano suficiente para pagar el último all-in de su contrincante. Strong llevaba cañón, dos reyes, pero es sabido que cuando vas all-in con los monarcas todos los flops llevan un as.
El británico llegó al heads-up con una ligera ventaja que en las primeras manos de tanteo se extendió hasta doblar a su rival. El holandés encontró una mano para 3betear all-in con 38 ciegas y romper la dinámica de la mesa, 
, pero Schuman le dominaba con .
- Jonathan Schuman 96.159€*
- Bob Janssens 101.238€*
- Rodrigo Strong 110.653€*
- Alexander Voytko 48.610€
- Milos Skrbic 38.320€
- Michal Ozimek 28.680€
- Armin Zoike 20.175€
- Nikola Ristivojevic 14.180€
Ya solo queda por delante la final en esta minitemporada del ESPT consistente en tres únicos torneos: el ESPT Madrid, este Marbella Poker Festival y el evento de los récords, el ESPT Barcelona que se juega dentro del festival que abre la 14ª temporada del EPT el próximo agosto.
