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Jean-Robert Bellande: Vivir para bustear

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Jean-Robert Bellande siempre sorprende. Intenta pasar por ser uno de los mayores ballers del poker mundial, pero desde luego no llega a la altura de los capos, como Bilzerian o Negreanu. No tiene ni el dinero del primero, ni el talento del segundo.

Bellande empezó a jugar al poker en vivo hace más de una década, protagonizando rachas increí­bles y busteos masivos y descontrolados. No obstante, parece que en los últimos tiempos le ha dado por el online, un mundo en el que a priori tiene poco que rascar, teniendo en cuenta la competencia y el nivel que hay allí­.

No obstante, Jean-Robert es capaz de lo mejor y lo peor. Comenzó a jugar con cierta regularidad en PokerStars.com en octubre de 2014 y hasta julio de 2015 fue sumando pérdidas hasta dejar su cuenta, «Jaqueline«, en casi $400K abajo. No obstante, lleva 2 dí­as imparable, en los que ha ganado 370.491$ en 2.448 manos jugadas en las mesas de 2-7 Triple Draw y Limit Omaha Hi/Lo.

Si miramos sus datos en The Hendon Mob podrí­amos llevarnos una impresión incorrecta sobre la figura de este baller. Bellande lleva 2.162.632$ ganados en premios en torneos en vivo; y su mejor resultado ha sido su reciente 2.º lugar en el $50,000 The Players Championship de las WSOP 2015, que le proporcionó un premio de 784.828$, el mayor de su dilatada carrera.

No es oro todo lo que reluce, ya que Jean-Robert Bellande lleva años practicando un peculiar estilo de vida, el «Broke Living«, que le hace alternar momentos de gran lujo con busteadas totales.

Bellande tiene 44 años y su vida podrí­a servir de guión para una serie de televisión de varias temporadas.

Nació en New York, de padres haitianos. A los 5 años, su madre, una misionera cristiana, fue enviada a Taiwan, donde pasó los siguientes 13 años, creciendo en una comunidad de emigrantes. Aunque sus lenguas nativas eran el inglés y el francés, pronto aprendió el mandarí­n, lo que le permitió desarrollar sus habilidades de comunicador natural y anfitrión.

JR fue un adolescente extremadamente competitivo, llegando a ser capitán del equipo de fútbol y 2.º capitán del de basket, pese a no ser muy bueno en ninguno de los dos deportes.

Volvió a los EE. UU. para estudiar, graduándose en marketing por la Azusa Pacific University de California.

Empezó a trabajar en Los Ángeles como promotor de un nightclub y tuvo mucho éxito. A los 21 años, ganando ya un buen dinero, quedó fascinado por el billar y fue en las salas de billar de LA donde desarrolló su afición por apostar. «Ganaba de 3.000$ a 5.000$ a la semana en mi trabajo. Pero iba a los billares y allí­ quemaba 1.000$ o 2.000$ ante tipos que eran ganadores. Probablemente nunca tuve ninguna opción de ganarles. Era un mal gambler, pero adoraba la acción».

Bellande conoció el mundo del poker casi por casualidad. «Una dí­a gané 5.000$ jugando al billar. Con todo ese dinero ardiendo en mis bolsillos, me fui al Bicycle Casino y vi una mesa de California Blackjack. Me puse a jugar y gracias a una tremenda racha gané 20.000$. Era la primera vez que jugaba al blackjack».

Con los $20k, Bellande decidió probar suerte en las mesas de poker. El floorman, consciente de que no tení­a apenas idea, le sentó en una mesa de 8$/16$ limit mixed game. Y allí­ comenzó su historia de amor con los juegos mixtos, que aún le dura en la actualidad.

Bellande pidió que le pusiesen en una mesa de niveles más altos y se sentó en una de 60$/120$. Y acabó jugando 80$/160$ el primer dí­a de su vida que jugaba al poker. Perdió 13.000$, pero se enamoró de este juego.

Bellande siguió jugando al poker, pese a su nulo nivel. En el primer año palmó unos 100.000$, que salieron de lo que ganaba en el nightclub. JR aprendió a jugar al poker en aquellas mesas, a fuerza de recibir muchos palos.

2003 fue un mal año para Bellande. El nightclub, del que ya era copropietario, acabó cerrando. Su padre murió y rompió con la mujer con la que se iba a casar. Entonces, Jeff Lisandro le invitó a ir a Praga para poner en funcionamiento una poker room. Y fue en la capital checa donde aprendió a jugar a Texas Hold’em No-Limit, ya que era la única modalidad que allí­ se practicaba. Ganó algo de dinero jugando al poker y también gracias al rakeback que le daban, y su vida mejoró considerablemente.

Aunque estaba a gusto en Europa, decidió volver a Los Ángeles, donde se reencontró con su estilo de vida «broke living».

Pasaron los años y alternó grandes rachas con tremendas busteadas.

En 2014 fue bancado por Andrew Robl y volvió a ganar mucho dinero. Incluso se compró un Bentley. No obstante, en verano, las cosas se volvieron a torcer. Le vino una mala racha en high stakes. Perdió tanto dinero que Robl decidió dejar de bancarle en noviembre. JR se quedó sin dinero, pero con un Bentley.

Bellande con su Bentley
Bellande, con su Bentley [Foto: Bluff Europe]

Bellande consiguió otro bancaje en diciembre y consiguió remontar sus cuentas, dejando su saldo global en positivo.

En la actualidad, JR trabaja en el Aria Casino de Las Vegas, como anfitrión de la poker room. Bellande ha diseñado un atractivo programa de eventos, con torneos de 500.000$ de buy-in, y otros más económicos, como los diarios de 100$. Y ha conseguido que la Ivey Room tenga considerable acción, con la asistencia regular de jugadores como Doyle Brunson, David Openheim o Nick Schulman.

Bellande es un tipo muy peculiar. A sus 44 años, no tiene pelos en la lengua a la hora de hablar de cifras de ganancias y pérdidas. Lo hace con total naturalidad. Aprovecha las redes sociales para dar a conocer sus éxitos y sus fracasos y tiene una legión de seguidores, que suelen discutir con sus muchos trolls y haters.

Bellande sigue practicando su estilo de vida «Broke Living», con una diferencia. Ahora, aparte de las mesas presenciales, también está jugando online.

¿Se cansará algún dí­a del extreme gambling?

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