Isai Scheinberg, que siempre llevó a rajatabla la preservación de su privacidad y consiguió que, pese a ser el máximo responsable de la sala líder del póker online, no hubiera más que una sola fota suya en Internet, se ha puesto a disposición de uno de sus antiguos empleados de Pokerstars, el responsable del blog oficial Simon Young, al que le ha concedido la segunda entrevista que ha dado en toda su vida.
El fundador de Pokerstars vive su jubilación como asesor de la página de referencia del mundo del ajedrez, Chess.com, pero ahora no puede escapar a un interés especial que resurge cada año natural alrededor de las WSOP. Scheinberg aparece, por segundo año consecutivo, en la lista definitiva de diez candidatos al Poker Hall of Fame.
Este mínimo reconocimiento llega después de que Isai haya zanjado todos sus encontronazos con la justicia estadounidense a raíz del Black Friday. Todavía hay quien duda de que la plana mayor del salón de la fama se ponga de acuerdo para darle su voto y le coloque en el lugar que se merece, pero para el empresario de origen canadiense, esta nueva etapa de su vida le da ánimos incluso para exponerse más ante el gran público.
«Me encantaría participar en las WSOP, y planeo hacerlo el año que viene«.
Young y Scheinberg hicieron un repaso a los viejos tiempos, centrándose en la cultura de empresa impuesta en Pokerstars. El equipo de trabajo de la sala, y en especial el soporte al cliente, elevaron el baremo de la industria a niveles nunca vistos.
«No cabe duda de que el increíble equipo de empleados de PokerStars, a todos los niveles, fue la principal razón del éxito de la empresa. Teníamos un criterio muy importante para las contrataciones, que era la pasión por el póker.
Tenía el pálpito de que contar con personas inteligentes y diligentes en el soporte al cliente era fundamental para el éxito de la empresa. Queríamos que las preguntas se respondieran con rapidez y honestidad, y desde el principio proporcionamos herramientas que ayudaran a conseguirlo.
Estoy increíblemente orgulloso del equipo que teníamos en Stars, con gente muy inteligente y trabajadora que hizo de la empresa lo que llegó a ser«.
El equipo que formaban el fundador de la empresa y su hijo Mark se guiaban por el viejo adagio que aboga porque el cliente siempre tiene la razón. Ellos mismos empezaron como jugadores, y se animaron a enfocar os esfuerzos de su pequeña empresa de desarrollo informático hacia la industria del póker por las carencias que notaron en el software que usaban para jugar online. De ahí nació una forma peculiar de enfocar el negocio.
La base de la relación entre la sala y su clientes era el amor por el juego, que debía primar sobre todas las cosas. Por eso, Isai se sale del tono bucólico y buenista de la entrevista para criticar la decisión más controvertida que se tomó en Pokerstars un año después de que los Scheinberg vendieran la empresa y abandonaran la junta directiva.
«Creo que la gente respetaba la cultura en la que el único criterio para las decisiones era hacer lo correcto, para los clientes, los empleados y los socios, y ser 100% transparente por muy difícil que fuera. Mark contribuyó mucho a crear y alimentar esta cultura.
El programa VIP, transparente y generoso, era otra de nuestras piedras angulares, igual que el software de primera clase y nuestra atención al cliente.
Pienso que eliminar Supernova ílite fue un error, y no habría ocurrido si Mark y yo siguiéramos al mando. Nunca he basado mis decisiones en cálculos de dinero«.
