Esta semana se cerró una etapa en el poker online. Full Tilt, la sala que pugnó por ser la más importante del sector en la segunda mitad de la pasada década se ha convertido en un skin de PokerStars, completando la absorción or parte de su antigua competidora.
La época dorada de del poker virtual se cerró en falso, con el Black Friday. Los fondos atrapados en Full Tilt provocaron un sinfín de retiradas prematuras de jugadores que se vieron privados de su banca de un día para otro, y los últimos en recuperar su dinero, hace bien poquito, han vivido más de cuatro años de incertidumbre.
El único desahogo psicológico moral a tanto sufrimiento fue la búsqueda de culpables: Ray Bitar, con sus almuerzos de langosta en la oficina y su boda millonaria; Chris Ferguson, esfumado cual ninja y reclamando dinero; y Howard Lederer, el rostro de la directiva, la cara de Full Tilt, que tuvo la desfachatez de intentar interpretar el papel de víctima.
De pronto, y en casa de uno de los más ácidos críticos de su gestión en Full Tilt, Daniel Negreanu, Lederer publica una carta en la que dice darse cuenta -¡ahora!- del grado de culpa que tuvo en el desarrollo de los acontecimientos que llevaron a la debacle de Full Tilt.
Te traducimos las partes más significativas.
Escribo para pedir perdón a toda la comunidad del poker, especialmente a todos los jugadores que tenían dinero en Full Tilt Poker el 15 de abril de 2011… Durante este periodo, ha habido muy pocas explicaciones sobre el retraso (en los pagos) y ninguna disculpa.Los jugadores sintieron que les habían mentido. Confiaron en la sala, confiaron en mí, y no estuve a la altura de esa confianza.
Asumo la completa responsabilidad por el fracaso de Full Tilt a la hora de proteger los depósitos de los jugadores… Ese descubierto nunca debía haber ocurrido. Debí supervisar mejor o asegurarme de que otras personas responsables llevaran a cabo esa supervisión. Fui uno de los fundadores de la compañía que lanzó Full Tilt y me convertí en el rostro de la directiva de cara a la comunidad.
Aunque yo ya no supervisaba las operaciones diarias, mi falta de atención en los dos años anteriores al Black Friday puso en peligro los depósitos de los jugadores… He sido jugador de poker durante toda mi vida adulta. Sé de la importancia de poder tener acceso a tu banca. Las oportunidades perdidas, la frustración y la ansiedad que experimentaron los clientes de Full Tilt es inaceptable. No puedo sentir más lo ocurrido.
…En los meses que siguieron al Black Friday, concentré mucha de mi energía en en intentar refutar alegaciones que objetivamente no eran ciertas. Me convencí a mí mismo que era víctima de las circunstancias y de que estaba recibiendo críticas injustas que merecían otros. Se me escapaba el contexto general del asunto.
…(en 2014) Un amigo, al que me estaba quejando de lo injusta que era mi situación, me dijo: «Howard, no importa lo que supieras o no sobre los fondos o lo que hayas hecho para ayudar a que los jugadores recuperaran su dinero. Ellos se sienten engañados. Eras el representante público de al compañía. Miles de personas jugaban allí porque se fiaban de ti. Muchos pros os representaban porque túestabas al mando. Aceptaste todos los parabienes mientras no estabas a la altura de su confianza». Ahora veo que tenía razón.
Una disculpa no es suficiente… (pero) Lo siento.
Así de primeras, y como afectado en primera persona, me chincha un poco que todo lo que admita sea una falta de voluntad de supervisar a los demás, que eran los malos malísimos de la película. El reparto de dividendos muy por encima de lo que permitía una gestión sana de los beneficios lo empezó él, personalmente. La cultura del compadreo, de los préstamos bajo mano, se instauró bajo su mandato, y está por probar el verdadero alcance se su poder de decisión en los años en los que él dice estar al margen de las operaciones diarias de la empresa.
Suena a intento de redención. Full Tilt ya es un skin de PokerStars y la mayoría de sus clientes han sido atendidos -tarde, mal y a rastras, en muchos casos-. Ahora es mucho más fácil desmarcarse y, mira, qué oportuno, las WSOP empiezan en 10 días e igual me apetece enseñar la cara en el Rio y que no me la partan.
Te dejo con la reflexión final de Negreanu, que bien puede representar la sensación que deja esta carta entre sus colegas de fieltro.
Mi sensación es que simplemente quiere volver a jugar sin que le salpique más vitriolo. ¿Lo puede conseguir con esta disculpa? No sé. Solo puedo decir que, a mí, ya no me molesta más encontrármelo en las mesas. Los jugadores han cobrado y parece que por fin se ha dado cuenta de lo mucho que la cagó. Ni fuimos ni seremos «colegas», pero ya no tengo interés en mantener mi contencioso con él. El veneno que me corroía al verle ya ha remitido y yo también quiero que se cierre ese capítulo de mi vida».
Doy casi por hecho que Lederer volverá a jugar. Eso sí, se sentará a la mesa como el típico al que le invitan a una boda sin ser familia de los novios y acaba en el banquete sentado en una mesa con un montón de desconocidos. Solo que puñeteras ganas tendrán de ayudarle a integrarse, en este caso. Pues que le cunda.