La noticia del facllecimiento de Dani Jarque ha conmocionado al mundo del deporte y el poker no es ajeno a ello. Para quienes no lo sepan, decir que el capitán del Espanyol era un gran aficionado al poker. Desde hace más de año y medio se le podía ver tanto en el Casino de Tarragona como en el de Barcelona disfrutando de un hobby que compartía con otros miembros de la plantilla blanquiazul.
Precisamente, su fue mejor amigo y compañero de partidas Ferran Corominas quien vivía el trágico lance de descubrir el cuerpo ya sin vida de Dani en la habitación de un hotel italiado, donde el Espanyol hacía una de las giras habituales de pretemporada.
Poco hay que decir ante un suceso como este: un joven jugador de 26 años con toda una vida de éxitos por delante, a las puertas de una paternidad (su novia estaba embarazada de 7 meses) y con la misión de abanderar una nueva época para el RCD Espanyol pierde la vida de forma súbita por un infarto. Desde aquí, expresar nuestras condolencias a toda la família y amigos y recordar a modo de homenaje a ese Jarque amable y divertido que se dejaba ver de vez en cuando en las mesas de poker.