Yo pensaba que este tipo de cosas sólo ocurrían en las películas, pero como de costumbre, la realidad está, como mínimo, a la altura de la ficción. El pasado fin de semana, un gambler degenerado obró el milagro y logró el tan deseado sueño de conseguir que lloviese dinero.
El individuo en cuestión es un ciudadano francés que estaba en Punta del Este, Uruguay, celebrando su cumpleaños. La noche anterior había ganado 30.000$ en el casino y de madrugada se dirigió al pub Moby Dick a continuar la juerga.
Subió al 2.º piso del pub y empezó a lanzar billetes al aire, como si fuesen pura calderilla. Así estuvo un buen rato, viendo como los simples mortales se revolcaban por el suelo para conseguir una paga extra. El más avispado fue el lavaplatos del pub, que llegó a recoger hasta 3.000$.
Según los testigos, este gambler llegó incluso a encenderse un cigarro con un billete de 100$. Menudo panorama. Supongo que también habrá invitado a unas cuantas rondas y a lo que haga falta.
Lo mejor de esta historia es que cuando pidió un taxi para volver al hotel se dio cuenta de que no tenía dinero para pagarlo. Menudo crack. Supongo que allavaplatos no le importaría pagarle la carrera.