Parece que el tiempo de guardar silencio se ha terminado. Los pos de Full Tilt Poker han comenzado a hablar. Si ayer lo hizo Tom Dwan, «durrrr», hoy le ha llegado el turno a Gus Hansen. Este no lo hizo en persona, sino que delegó en su agente Balck Sorensen.
Tal y como apuntan desde poker.org, Sorensen ofreció la versión de su representado al diario danés Ekstra Bladet. «No deseamos empezar a especular. Lo que sí debemos es creer al Departamento de Justicia (DOJ). La realidad ha sido muy distinta a lo que nos habían transmitido desde dentro», afirmó Sorensen.
«Hasta el Black Friday, Gus estaba convencido de que formaba parte de una bien estructurada empresa de negocios, con un gran número de profesionales y que había distinción entre el dinero del jugador y el dinero de la empresa».
De acuerdo con las palabras del agente de «The Great Dane», el vencedor del Aussie Millions en 2007 desconocía lo que estaba sucediendo dentro de la empresa. «Gus se siente mal por los jugadores que todavía están a la espera de recibir su dinero. No es ningún secreto que Hansen tiene mucho dinero bloqueado en la sala; dinero que le deben por haber prestado su imagen y de sus ganancias en el juego».
Pese a todo, «Gus siempre se ha mantenido fiel a la sala, pero es evidente que nadie va a ser fiel a delincuentes, o personas que están involucradas en delitos», sentenció Sorensen.
El propio periódico escandinavo aseguró que el jugador es el dueño del 1% de Full Tilt Poker.