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El Grupo Cordish califica de malentendido el rechazo de Madrid al Live! Resorts

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La Consejerí­a de Economí­a, Empleo y Hacienda de la Comunidad de Madrid ha decidido rechazar la solucitud del Grupo Cordish para otorgar la categorí­a de Centro integrado de Desarrollo (CID) al proyecto de construcción del megacomplejo de ocio Live! Resorts Madrid.

En el apartado estrictamente técnico, el dictamen señala que la primera fase de la construcción no cubre todos los contenidos que debe cumplir un CID. En principio, el Grupo Cordish pretende construir un hotel, zona comercial, cafeterí­as y bares, un área de juego, un centro de convenciones, conferencias y reuniones, y un aparcamiento. El resto de las dotaciones del complejo, que sí­ abarcarí­an el resto de sectores requeridos para un CID, presumiblemente, están supeditados al éxito de público de la primera fase.

Pero la Comunidad sintió la necesidad de reforzar su negativa asegurando que el desarrollo de las infraestructuras de transportes le costarí­a a las arcas públicas 340 millones de euros, lo que la nota oficial denomina como «una carga importante para el presupuesto de la región en términos de inversión y de gastos de explotación y mantenimiento anual de las infraestructuras del transporte». Este punto ya habí­a sido esgrimido por la propia presidenta de la Comunidad en las horas previas a la emisión del fallo.

Para rematar, se asegura que «con la documentación presentada por los promotores, no queda suficientemente acreditada la viabilidad económica y organizativa del proyecto».

Probablemente, la primera parte del razonamiento sea indiscutible, pero a los americanos no les ha gustado demasiado el resto. En la respuesta a la comunicación de la Comunidad, el Grupo Cordish califica de «malentendido» los argumentos expuestos por el gobierno de Cifuentes.

«Aparentemente el gobierno de la Comunidad de Madrid no ha entendido la documentación que presentamos, o no hemos sabido transmitirles correctamente, especialmente en dos aspectos relevantes».

Los americanos asegurna que están dispuestos a construir el proyecto en su totalidad, vaya como vaya el negocio después de abrir la primera fase.

Como nuestra documentación indicaba, laconstrucción está dividida en tres áreas, siendo el área central el primero de los desarrollos (de inmediata construcción, para la que ya habí­amos destinado un mí­nimo de 550 a 600 millones de euros de nuestros propios fondos) lo que garantizaba una rápida construcción y apertura. Lógicamente, como en todos los desarrollos de estas magnitudes, las construcciones se ordenan en etapas, siendo la central la primera.

Abandonando el terreno de la confianza, que es lo que en realidad se solicita en este apartado, Cordish entra directamente en el de las contradicciones.

«No hemos solicitado ninguna infraestructura, ni ningún subsidio público al gobierno, de hecho lo consideramos innecesario».

Los 340 millones que aparecen en la nota de la Comunidad, según el Gripo Cordish, son una carga autoimpuesta e innecesaria para la construcción del proyecto. Portanto, se declaran «sorprendidos» por la negativa de la Comunidad, y «optimistas» sobre un cambio de opinión «cuando se aclare el malentendido y el Gobierno Regional entienda estos puntos». Incluso hay un párrafo en el que yo leo una sutil referencia a un posible juego sucio de la Comunidad.

«Oficialmente, con el debido respeto a la Comunidad de Madrid, solicitamos el acceso a toda la documentación que se ha incluido en el expediente, y de la que durante los pasados meses y hasta este momento no hemos tenido noticia alguna».

Aunque amenazan con seguir adelante de todos modos, el Grupo Cordish se niega a dar por perdida la batalla por la concesión de la categorí­a de Centro Integral de Desarrollo para su proyecto. Esta etiqueta conlleva una serie de beneficios fiscales y reglamentarios demasiado golosos -como el libre acceso de menores al complejo pese a haber una área de juego con casino-, como bien dejó claro en su dí­a Sheldon Adelson reclamando esa misma diferenciación para su Eurovegas. Y perdón por mencionar la bicha, pues bien sabido es que ni el gobierno de Madrid ni el Grupo Cordish desean establecer el mí­nimo paralelismo con el fallido plan de Las Vegas Sands.

«Live! Resorts Madrid no es Eurovegas, es un destino de entretenimiento, gastronómico, de compras, reuniones y convenciones»; recalcan desde EE.UU.

Que sí­, que sí­, que lo hemos pillado. Perdón, otra vez.

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