Parece que el juego se ha convertido en una buena forma de atraer turistas. Eso lo saben en Las Vegas desde hace algunas décadas. También en Atlantic City. Los últimos en darse cuenta han sido los neoyorquinos, concretamente el gobernador del estado Andrew Cuomo.

Y es que según informa el New York Daily News, Cuomo ha declarado su apoyo incondicional a la construcción de un casino en la ciudad, que crearía un buen número de puestos de trabajo y dejaría en las arcas locales cuantiosas sumas de dinero.

El primer paso, aunque pequeño, se produjo el año pasado, cuando se permitió la colocación de máquinas tragaperras en el hipódromo de Aqueduct. Esa podría ser la ubicación del primer casino de la Gran Manzana, que tendría como fecha de apertura el 2013.

Una de las razones por las que no se pensó antes en levantar es centro de ocio fue el respeto por la industria del juego, que desarrolla su oferta en Atlantic City, punto de reunión de los jugadores de los estados colindantes.

Pero ahora, con la más que probables regulación del juego online en los Estados Unidos, los hombres ricos de Nueva York están dispuestos a hacer su entrada en el sector. Entre ellos Donald Trump, quien ya acordó asociarse con otro de los hombres importantes de la ciudad, Marc Lasry, para adelantarse a los futuros acontecimientos.