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Gerard Segarra: ‘Estoy tranquilo e intentando saber lo que quiero hacer’

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El pasado 13 de enero, el mundo del poker español conocí­a a través de su Facebook personal, la desvinculación laboral de Gerard Segarra con Casino Barcelona. El que durante muchos años fue la imagen más reconocible de la sala de la Ciudad Condal y responsable de la práctica totalidad de los torneos organizados junto al Port Olimpic, era despedido y las especulaciones se desataban.

Después de casi 3 meses de reflexión, Gerard Segarra habla por primera vez en exclusiva para Poker10 , y repasa la evolución del poker en España, habla con pasión del poker y también, cómo no, aclara los motivos de su salida de Casino Barcelona.

Arturo Patiño: Vamos a comenzar haciendo un poco de memoria. El Texas Hold’em llega a España y túeres uno de los que lo recibes y lo pones a funcionar en Barcelona. ¿Qué puedes destacar de sus inicios y de la evolución hasta el dí­a de hoy?

Gerard Segarra: Mi andadura en el mundo del casino en general empieza gracias a un curso de crupiers en el casino de Barcelona en el que enseñan poker caribeño, blackjack y ruleta. Al cabo del tiempo nos ofrecen aprender poker y es cuando empiezo en este mundillo. Por ese entonces habí­a aún alguna partida de Poker Sintetico (Chirivito), una mesa de Omaha de 5/10, bastante fuerte, y un par de mesas Texas Limit 20/40, que es lo que realmente fue los principios del poker en todos sitios. En Barcelona, en Madrid o en Alicante. Esos niveles altos de Texas Limit recogí­an, más que nada, a la gente que jugaba a las ruletas y al blackjack. Para ellos les parecí­a más económico jugar un buen rato en una mesa de poker que dejarse mil euros en una bola de ruleta. Poco a poco, al tiempo, empezamos a hacer un torneillo -el Cataluña Poker Tour una vez al mes- y luego torneos pequeños como el Poker In de los lunes, y el DJPoker los jueves ofreciendo sit&go. Ahí­ empezó la demanda.

Pasamos a variar los niveles y comenzamos a poner mesas de 2/5 No Limit. No tení­a lí­mite por arriba y podí­a haber mesas muy distintas. Te encontrabas con mesas de 300 o 400€ por cabeza y al lado mesas con jugadores con stacks de 2.000 o 3.000€, con los mismos niveles y las mismas ciegas. Después pasamos a promocionar mesas más baratas -de 1/2- coincidiendo con los sit&go de los jueves, para que pudiera servir de iniciación para mucha gente.

Después de dos o tres años, desglosamos el 2/5 en 1/2, 2/4 y 3/6 (éste con y sin lí­mite por arriba). Eso permití­a dos niveles y que el jugador pudiera subir o bajar de nivel.

Una de las últimas decisiones que tomé fue en enero de 2014 cuando volví­ a poner el rake del 3/6 como estaba antes del EPT de 2013, retoqué minimamente el resto de rakes y CAP y volví­ a capar la mesa de 3/6, porque a mi forma de ver, tení­amos un juego mucho más alto del que eran las ciegas. Por lo tanto, estabamos dejando de ganar dinero, aparte de tener una mesa que estaba por encima de las posibilidades reales del casino, a nivel diario. Por lo tanto, para que tres o cuatro jugadores pudieran tener su partida de forma regular mi decisión fue caparla por arriba.

Si alguna vez querí­amos poder crecer hasta niveles de 5/10, 10/20 o 15/30 de forma constante, mi forma de pensar era que tení­amos que hacer así­ las cosas.

A.P. ¿Esa evolución ha ido de la mano del crecimiento del jugador español?

G.S. Quitando las excepciones de los jugadores que estaban en lo más alto hace 6 o 7 años y ahora lo siguen estando, aunque sea fuera de España porque aquí­ es inviable, y se han formado y preocupado de como era el rake en otros sitios, para mí­ el jugador español es muy amateur. Es decir, un poco con opinión de todo pero sin hablar con fundamento y muchas veces critican cosas sin saberlas. Una de mis guerras, que todo el mundo conoce, es la de no dar más de 30.000 puntos, en torneos de buy-in medio/bajo, porque no me parece lógico ni que ayude a mejorar el poker. Este es un juego de adaptación, en el que hay que saber adaptarse, y debe tener productos distintos por precios distintos.

Dicho esto, obviamente hay muy buenos jugadores que probablemente sepan hasta más que yo, ya no solo de las matemáticas, si no del intrí­ngulis del juego en sí­. Pero por lo general no creo que haya mucho estudio del juego y competitividad con respecto a otros mercados europeos. Me parece que le pasa tanto a España como a Francia e Italia. Es un mal del Mediterráneo, de la sangre caliente o del carácter latino.

A.P. Ese análisis tiene mucho valor, sobre todo por los grandes eventos que habéis organizado y en los que habéis tenido jugadores de todo el mundo y de mucho nivel…

G.S. Ya no solo por el trato de lo que es el juego en sí­ o de las expectativas que el juego te va a generar, si no también en la forma de afrontar las decisiones, en la forma de presentarse en un torneo y la predisposición para que las cosas vayan bien. Seguro que se van a dar por aludidos justamente de los que no estoy hablando. Hay poca gente que ayude al crupier; hay poca gente que proteja realmente el juego; hay gente que si ve que uno gana y otro se ha equivocado se cree que no tiene que decir nada, cuando es justo al revés y todos los jugadores tienen la obligación de que se haga lo justo y eso a veces se pierde como centro de lo que tiene que ser un torneo o una mesa de cash. Al fin y al cabo, una decisión tiene que ser siempre la misma, independientemente de que tengas ases o no tengas nada. Es este tipo de actitudes, que sí­ he visto en mucha gente, lo que hace muy diferente a España, Italia o Francia del resto de Europa o EE. UU.

Como ejemplo, una situación que me pasó con Olivier Busquet, que se pasó por Barcelona y se sentó en la mesa de 3/6, que era la mas grande que tení­amos. Tuvo un problema en una subida porque querí­a subir la diferencia entre las dos últimas apuestas y en esa época la subida tení­a que ser al doble. Le dijeron que tení­a que ser call y él no montó ninguna escena, simplemente preguntó: «¿Cuál es la regla?» y a partir de ahí­ se adaptó al juego.

Obviamente no ayuda que en España cada casino tenga sus propias normas pero sí­ que es bueno que los jugadores sepan que en cada casino se juega distinto, por el reglamento propio de cada PokeRoom o por imposiciones de la Comunidad Autónoma o ley de Juego que lo rija. En eso los jugadores españoles son más crí­ticos, en lugar de aceptar que cada sitio tiene su forma de actuar. Pero es algo natural, todos llevamos un entrenador de fútbol dentro, o un mecánico, o un economista. Pero cuando lo que vas a decir no aporta nada positivo, eso no ayuda.

A.P. Has tenido mucha experiencia en torneos, y en tu última etapa fuiste director del Campeonato de España de Poker. El CEP, un circuito que hasta hace año y pico no tení­a los resultados a la altura del nombre, y sin embargo en ese último año cubrió de forma sobrada las expectativas. ¿Cómo valoras el relanzamiento del CEP?

G.S. Para valorar el CEP y valorar lo que le hemos dado desde Casino Barcelona hay que conocer su historia. Desde el inicio, Camilo Vercesi era el máximo responsable, con un sponsor que era EurosuperPoker, y él era el que negociaba con los casinos. Al inicio se puso en contacto con Casino Barcelona para organizarlo y ponernos en contacto con el resto de los casinos. Cada año, entre casinos valoraban cada sede y exceptuando alguna imposición, siempre intentábamos hacer lo mejor para el poker. Por lo que yo conozco, a mitad de la sexta o séptima temporada el sponsor desapareció. Lo hizo dejando deudas en algunos casinos, por los derechos comprometidos, y a mediados del circuito habí­a muchos casinos descontentos por diferentes motivos. Ese año fue muy complicado y al año siguiente, entre todos y con el sponsor del soporte online de Casino Barcelona, que nos ofreció sponsorizarlo haciendo etapas en los casinos de la misma red, fue uno de los primeros cambios porque habí­a alguien con un interés y con un aporte de dinero para que el CEP fuera para arriba, pero ese año se perdió esa inyección económica. Finalmente fue Casino Barcelona el que tomo las riendas de todo y poniendo el dinero pensó que se podí­a reflotar.

Yo la situación como la entiendo es que sin una cabeza visible era muy complicado hacerlo funciar. En los primeros años era Camilo el que, mejor o peor, organizaba todo y era él que tení­a interés de que eso funcionara. Después hubo dos o tres años en los que parecí­a que nadie concretamente tuviera interés en el que el circuito funcionara y por eso entró en el coma profundo en el que estuvo. Obviamente, con un proyecto nuevo, con ganas y con inversión, que era lo más importante, y gente motivada en que el CEP funcionara, eso funcionó.

Hay un cariño especial por el CEP, se ha notado siempre por parte de los jugadores, pero lo realmente importante que cambió fue la inversión económica y aspectos como el nuevo logo y la consecuente lavada de cara, unificar criterios gracias a una misma dirección, la mejora en el streaming, los satélites online, merchandising de los clasificados, etc.

A.P. ¿Como viviste esa evolución?

G.S. El año anterior (2013) debí­a dirigir todo el circuito pero después de la tercera parada en Tarragona, el director de Casino Barcelona decidió que yo no debí­a de continuar con el CEP porque mi tarea era otra. Este año (2014) pudiendo dirigir todo el circuito, conociendo cada parada, pudiendo ver las mismas caras en el equipo y generar la misma confianza y la misma profesionalidad en todas las paradas, considero que fue muy positivo. Entiendo que David Tusell seguirá al frente del CEP y conoce perfectamente nuestros valores y ya ha visto todo el mundo que trabaja «marca Barcelona». No tiene nada que ver que yo haya abanderado esto, es más una forma de hacer y una filosofí­a de trabajo que nos hemos inculcado el equipo entero. Mi experiencia el año pasado fue excelente y luego se dio la situación ya conocida.

A.P. Pues vamos con ella. La sorpresa para el mundo del poker nacional llega cuando anuncias que has sido despedido de Casino Barcelona y por lo tanto no sigues al frente del CEP. ¿Se puede saber lo que ha pasado?

G.S. Yo te cuento mi parte, mi sentimiento y mi forma de entender cómo ha ido esto. Principio de 2014 no fue muy bueno, económicamente hablando en cuanto a ingresos, en el cash, fruto de haber tocado un poco el rake. Eso desde la dirección del casino no se vio muy bien. A mediados de año intentaron hacer que un equipo de poker pudiera funcionar y trabajar para mejorar esas cosas. Se consiguió retomar esa situación, se planteó y se hizo un buen EPT. Pero a medida que í­bamos avanzando el año, mi situación personal e incomodidad iban en aumento, no me sentí­a a gusto trabajando en ese equipo. Entendí­a que las cosas no se debí­an hacer así­. A mí­ me habí­an nombrado poker manager anteriormente y no habí­a tenido ni siquiera la confianza como para poder hacer y deshacer, poder hacer las cosas como creí­a que tení­a que hacerlas, explicarme. Compartidas incluso con dirección, para que pudieran entender cuál era mi forma de hacer, mi forma de entender el poker en ese sentido, pero nunca fui escuchado. Poco a poco la situación se fue deteriorando. A mediados de noviembre quise hablar con dirección y nunca tuve respuesta. El 5 de enero de 2015 me llaman casualmente para una reunión; para ver si podemos hablar del calendario de enero de torneos cuando ya estaba hecho, promocionado y publicitado. Entiendo que la forma de trabajar no es ésta, no es la correcta, no a ese ritmo lento. Así­ se lo hago saber al director, entiendo que no vamos en el mismo sentido y que tenemos que hablar de esto, y la próxima vez que volvemos a hablar es para que me entreguen la carta de despido porque consideran que no puedo aportar nada. Uno de los argumentos que me dan es que mi forma de trabajar y mi forma de explicar las cosas era muy tajante, que la situación era irreversible y que no sé trabajar en equipo y no puedo aportar nada. Lógicamente ésa es su opinión, yo no voy a entrar a valorar opiniones personales. Sé lo qué he hecho y he dado todo y más por Casino Barcelona y por cada uno de los torneos y empleados que he tenido bajo mi responsabilidad, sobre todo de poker, y creo que nunca he tenido queja de nadie, ni de jugadores ni de compañeros a nivel personal.

A nivel de dirección, solo me cabe decir que no hay más ciego que el que no quiere ver, que la dirección del casino cambie y sea incapaz de comprender y saber como y en que sentido se esta trabajando en una sección que crece y mejora año a año, y que desde el desconocimiento total del juego se te rí­an en la cara y te falten al respeto cuestionando argumentos de peso con opiniones neófitas desde el absoluto desconocimiento de los que se esta tratando, eso también puede con uno. Ni confiaban, ni entendí­an, ni escuchaban, y no estaba en esa posición para hacer un proyecto solo con el equipo de poker pero sin la aprobación de dirección, pero no me esperaba la carta de despido sin siquiera sentarnos a hablar.

A.P. Después de esta noticia hay reacciones y el 99% han sido, primero de sorpresa y después de incredulidad, tras valorar todo el trabajo que túhabí­as hecho. Supongo que te has sentido muy reconfortado por todo lo que ha llegado a través de las redes sociales.

G.S. Sí­, obviamente. De la misma manera que me he sentido herido por mi jefe porque es la persona que tiene que conocerme y saber de mí­. Esa persona tiene que conocer lo que yo he hecho, mi bagaje y lo que aporto y lo que he dado por esa empresa y por el juego en sí­. Igual que me ha sorprendido eso, me ha sorprendido para muy grato el cariño y el buen recuerdo que me tiene mucha gente, ya no solo de este último año si no de los anteriores.

Gente que me ha visto debutar en la mesa o que se acuerda de mí­ de cuando empecé. Cabe decir que, si bien yo he tenido un poquito más de visión dentro del mundillo del poker en los 4 o 5 últimos años en los que he estado más de poker manager y de director de torneos, eso ha llegado porque antes estuve tirando en las mesas del EPT y en ellas estaba en constante observación, aprendiendo. He estado como director de los paralelos del EPT con Thomas Kremser en las primeras temporadas. Llevo muchos años al pie del cañón, conociendo de primera mano mucha gente, muchas empresas. World Poker Tour, Unibet Open, EPT, Estrellas, Deep Stack Open, Deep Stack Poker Tour, un montón de torneos que han pasado y seguirán pasando por Casino Barcelona, con los que he negociado, he llegado a un acuerdo, he planteado la oferta de la semana de torneos, la cantidad de puntos, las estructuras, el diseño de los flyers, la publicidad; hemos preparado la plantilla, la zona, las mesas, la oferta de esa semana en cash. He crecido prácticamente a la par que ha crecido el poker, no solo en Barcelona si no en España en general. El poker ha ido evolucionando en la medida que hemos podido evolucionar.
Poca gente podí­a enseñarnos lo que era porque era un juego que la gente desconocia y no podí­a añadirte conocimientos. He tenido la suerte de poder aprender de Thomas Kremser, que para mí­ ha sido siempre una referencia y una persona muy importante en mi carrera. He tenido la suerte de aprender de su filosofí­a, forma de hacer, la forma de tratar el juego y el jugador y de alguien que ya sabe, lejos del reglamento.

La gente se acuerda de que tengo un bagaje y un conocimiento del juego. Y eso me llena mucho. De que yo estuve en los inicios y de lo que yo he hecho por el poker. La dirección del torneo no es solo tomar decisiones, si no hacer otras cosas también. La oferta en Casino Barcelona, que hace 10 años era de un torneo al mes, ahora casi es dos torneos al dí­a. Eso ha ido evolucionando fruto de la demanda, del conocimiento y de querer hacer crecer el poker. Convertirlo en un juego más tradicional, más popular, para todos los bolsillos, y no ese juego tan denostado, que por desgracia sigue siendo en muchos ambientes.

A.P. ¿Eso también se consigue escuchando al jugador, en todas esas largas noches en las que has tenido charlas con ellos?

G.S. Yo tengo una máxima que es «el cliente tiene la razón, el jugador no», en referencia a esa parte irracional que mucho sacan «en el tapete». Pero sí­, la opinión del jugador siempre es importante y siempre se tiene que escuchar. Es el cliente y una persona que viene a disponer de tus servicios y de tu oferta y es el que demanda lo que él quiera. Aún con eso, lo que he intentado siempre, gracias a poder aprender de grandes profesionales e indagar un poco en Internet, tomando como referencia lo que hacen en otros paí­ses que conocen este juego desde hace mucho más tiempo; he sido partí­cipe de marcar yo el paso y mostrar lo que es este juego, cómo se crece en este juego, cómo hacer crecer la demanda, y cómo hacer para que la población quiera jugar a este juego.

Por eso yo nunca he querido dar más de 30.000 puntos en un evento, siempre he sido muy crí­tico con eso. Entiendo que jugando dí­a a dí­a con un stack medio, el dí­a de mañana tendrás más habilidades para afrontar un torneo más grande.

En ese sentido, se debe escuchar a los jugadores en todas las situaciones. Siempre he considerado y entendido que a diferencia del eslogan del CNP «de jugadores para jugadores», yo considero que es mejor que sea «de profesionales para jugadores». No digo que los jugadores no sepan lo que hacen, pero por algo los otros son los profesionales y están en ese lado. Dentro de las direcciones de torneos más populares que hay en España, él único que vení­a de la mesa soy yo.David Luzago, César Garrido o Gerard Serra nunca ha estado en una mesa repartiendo cartas a nivel crupier. Veo en eso un valor mucho más positivo, por ejemplo en Alberto Garcí­a de Alicante, que ha crecido de la mesa para arriba, que ha tenido todas las visiones posibles, además de tener a un amante de este juego en Dirección como es Antonio Richarte. El jugador no caerá en que es un negocio para el casino, no caerá en hacer crecer el interés por este juego o en el dí­a de mañana. El jugador realmente lo que quiere es que el torneo sea muy jugable, con muchos puntos, mucho dinero, muchas pausas, niveles muy tranquilos… al final la demanda del jugador para mí­ siempre acaba siendo la misma y, si no hay alguien que ofrece cosas distintas, la evolución nunca se producirá.

Por ejemplo, a principios de 2014 Casino Barcelona fue muy criticado cuando hice un cambio radical en la propuesta de torneos. Anteriormente tení­amos el Poker In los lunes, el Poker sin pausa los miércoles; los sit&go los jueves y el sábado y el domingo otros eventos que nos funcionaban bien. Mi intención era acabar de completar todos los dí­as de la semana con un evento con cara y ojos, y la crí­tica general del jugador regular de Casino Barcelona fue: «yo necesito tener 3.000€ para jugar todos los torneos del calendario y no puedo». Mi respuesta era la que creí­a que debí­a abrirle los ojos a ellos, «esto no es solo para vosotros, no es solo la oferta que el jugador debe demandar, si no la oferta que Casino Barcelona debe tener». Túte vas a Viena y tienes un torneo diario, te vas a Londres y tienes varios casinos con eventos diarios. Si quieres que Barcelona sea conocida como una de las ciudades del poker europeas y mundiales, que presumimos de ser la capital del poker durante 15 dí­as en agosto cada año, creí­a que debí­amos tener una oferta de torneos más acorde a lo que la gente espera cuando viene a Casino Barcelona. Otra de las cosas que nos pasaban es que gente que vení­a a Casino Barcelona solo durante el EPT, cuando luego vení­an durante el resto del año les parecí­a una pantomima. Preguntaban «¿Aquí­ es donde hacéis el EPT?» y no lo comprendí­an. El producto local lo podemos hacer crecer gracias al resto de España o de Europa, no solo ser atractivos para «los de alrededor».

A.P. ¿Qué hace Gerard Segarra ahora?

G.S. En busca de un nuevo proyecto que me apasione. Estoy en contacto con el responsable de la empresa que está empezando a proporcionar y distribuir algunas mesas nuevas de poker, el mobiliario del casino, y puede ser que le haga alguna labor comercial o colaboración, porque tengo muy buena relación con él.

Estoy pendiente del EPT, que también me dijeron que en principio me darí­an un toque para próximos eventos. Estoy tranquilo e intentando saber lo que quiero hacer perfectamente, la situación me ha dejado un poco tocado. Sabiendo que no podré estar tan a gusto como en Casino Barcelona y que en España difí­cilmente podré encontrar algo parecido, debo decidir si mis expectativas son las mismas a nivel de poker, e irme de aquí­ y seguir buscando eso cambiando de aires. No lo sé, la verdad. Estoy en un momento muy reflexivo. Quizá me pase al otro lado y me pinche el EPT en Barcelona, ¿quién sabe?

Esperemos que pronto se pueda volver a oir en una poker room su sello personal cuando llega la burbuja… «Una mano másss»… o se levante una pica.

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