«Poker After Dark» preparó para esta semana una alineación basada en la industria del cine.

Bajo esta premisa, el actor Don Cheadle y la ex-diva Jennifer Tilly eran selecciones más que obvias. Menos conocidos son el productor Randall Emmett, el multimillonario John Morgan y los empresarios Robert Sánchez y Nick Vertucci, pero todos parecen tener lazos con el sector del entretenimiento.

El único que no pintaba demasaido era Antonio Esfandiari, el único pro, junto a Tilly, de toda la mesa. «El Mago» aprovechó la oportunidad para apuntarse sendos triunfos en las dos nocehs consecutivas de juego en una de las mesas más aprovechables jamás vista en televisión.

Lo que no se le puede negar a Esfandiari es que sabe ponerse a la altura de las circunstancias y ofrecer espectáculo. El mayor bote de la semana no va a pasar a los anales como uno de los mejores calls de la historia, pero probablemente le abra la puerta de alguna partida privada muy interesante -y esa serí­a la única explicación decente para su jugada-.

Esfandiari, que tení­a una doble gutshot, y no una simple cómo le echa en cara Tilly al final de la mano, hace lo que tiene que hacer, recuento del bote y cálculo del porcentaje de éxito. Está bastante claro que no le llega para pagar, pero desde el principio amenaza con «gamblear o no gamblear, eso es lo que me tengo que pensar aquí­».

Si Antonio no está contando con unas implí­citas a materializar en casa de alguno de los millonarios que le acompañaban en la mesa, el call no es del todo bueno, pero las cartas mandan, y ese rey dice que a él le vale.