Si Full Tilt Poker monta un circo le crecerían los enanos. Todo son malas noticias en el entorno de la sala estadounidense, que tras el Black Friday echó el cierre y, meses más tarde, vio como eran revocadas sus licencias por la Alderney Gambling Control Comission.
De acuerdo con la web británica irlandesa «irishtimes«, el pasado miércoles Pocket Kings, una de las empresas propiedad de Full Tilt Poker, comenzó a entregar la carta de despido a sus trabajadores. Pocket Kings ofrece servicios de soporte técnico, atención al cliente y gestión administrativa.
La empresa contaba antes de estos sucesos con 500 trabajadores. La reestructuración de la misma, provocada por la falta de liquidez de la sala, estaba pensada para reducir la mitad de la plantilla, por lo que todavía podría haber más despidos.
Esta situación ocurre menos de un mes después de que los propios trabajadores de Pocket Kings denunciasen falta de información por parte de la sala.
La noticia salta poco después de la demanda interpuesta por Lary Kennedy y Greg Omotoy por fraude, blanqueo de dinero y enriquecimiento ilegal. Ambos afectados, con residencia en California, han pedido 900 millones de dólares por daños y perjuicios.
Omotoy, que en el momento del cierre contaba con 10$ en su cuenta, y Kennedy (120.000$) han incluido en su demanda a Phil Ivey y Gus Hansen , además de Ray Bitar, Chris Ferguson y Howard Lederer .
De acuerdo con el diario angelino «Los Angeles Times» la demanda no ha sido admitida por la justicia californiana.
Por el momento, las negociaciones con el grupo inversor Bernard Tapie se mantienen en vilo, sin saber si finalmente se llevará a cabo la compra. Esperamos contaros noticias esperanzados en las próximas semanas.
