Los jugadores más o menos habituales de Pokerstars.es y Pokerstars.fr ya habrán tenido sus primeros encuentros en las mesas con villanos provenientes de Irlanda, Ucrania y otros países que nadie se esperaba ver en un principio en las mesas internacionales.
Técnicamente, cualquier jugador que no resida en un país en el que Ppokerstars no tenga contratada una licencia local y excluyente es libre de registrarse en Pokerstar.es –importante, solo en la sala española, por tema de impuestos-. Esto abre el abanico de posibles rivales de los jugadores españoles de la sala a todos los países excepto Reino Unido, Dinamaraca, Bélgica, Bulgaria, Rumanía y Estonia.
La prensa había tomado el cierre de las cuentas de jugadores extranjeros en Pokerstars.fr, limpieza ocurrida en febrero de 2017, como una señal de que esta situación iba a ser prohibida por el acuerdo de Roma. No se trató el tema en público ni se publicitó la medida. Ha sido una completa sorpresa, descubierta casi como si fuera un bug del software y hecha pública por los comnentarios en los foros. Nada oficial, hasta este momento.
Todos hemos conjeturado sobre por qué Pokerstars ha tomado esta decisión cuando ha tenido las puertas abiertas a aplicar una medida similar en Pokerstars.es durante el pasado lustro y no lo ha hecho. El portal de noticias Pokerfuse ha conseguido que los responsables directos de la gestión de las mesas internacionales nos saquen de dudas.
Benjamin Fougerouze, el responsable de operaciones del lobby francés, achaca a la unión de mercados la oprotunidad de reabrir el registro de extranjeros en los mercados cerrados: «Creemos que la liquidez compartida alcanzará un volumen suficiente para permitirnos acomodar a los jugadores extranjeros sin provocar un impacto negativo en el ecosistema».
La obvia razón para aceptar extranjeros es maquillar las cifras de las mesas .fres. Severin Rasset, máximo responsable de operaciones de Pokerstars, lo confirma: «Queremos darle un empujón a la liquidez, tener grandes torneos y construir una base de jugadores amplia».
Esto no implica que la decisión sea irrevocable, como ocurrió en Francia: «Vamos a monitorizar esto de manera regular. Si aparecen problemas con el ecosistema, podríamos considerar revertir nuestra postura, informó el operador a Pokerfuse.
Una prueba concluyente de que la decisión de abrir las mesas .fres a los jugadores extranjeros es de última hora y no tiene carácter definitivo es que muchos de los interesados en descargarse el software están encontrando problemas de redireccionamento provocados por los propios servidores de Pokerstars. El mercado negro del instalador está en auge y en Pokerstars están cómodos con la situación. «Quién esté motivado para registrarse, encontrará la manera», fue la lacónica respuesta de Rasset.
En resumen, en Pokerstars son plenamente conscientes que solo llegarán a las .fres regulares lo suficientemente interesados como para tomarse la molestia de registrarse y buscarse la vida para conseguir el cliente, pero prometen mantenerse alerta sobre las consecuencias que pueda tener esta invasión en el lobby.
