Ocultar los pormenores de un evento ytan gigantesco como las WSOP se hace imposible a medida que pasa el tiempo y se acerca la fecha de su celebración.
Hace varios años que se sospechaba que el Rio iba a dejar de ser la casa de las WSOP. El empeoramiento del estado de las instalaciones del Rio fue la chispa que que arrancó el debate, y la venta del resort en 2019 lo convirtió en un hecho inevitable y tema recurrente de conversación en los corrillos de los descansos. Caesars ha demorado la decisión, reteniendo la gestión del resort durante dos años más, y la pandemia nos obligó a preocuparnos de temas más urgentes, como la propia celebración del festival.
La teoría más plausible sobre la nueva sede relacionaba la construcción de un centro de convenciones de Caesars en Las Vegas con la necesidad de encontrarle casa a las WSOP. Pero, mire usted por dónde, lo que ha destapado los verdaderos planes de la organización ha sido una inocente petición de reserva de un campeonato de billar.
La Valley National 8-Ball League Association tenía firmado con Caesar’s un acuerdo de larga duración para que el Bally’s, una propiedad de Caesars, fuera la sede de su campeonato anual en Las Vegas. Todos los veranos, a finales de mayo y principios de junio, La VNEA ocupaba las instalaciones del Bally’s, pero Caesars les ha hecho saber que el contrato va a quedar sin vigor el año que viene debido a que necesitan el espacio para albergar las WSOP de 2022 en adelante.
De un plumazo, se han filtrado las dos noticias más relevantes sobre las WSOP 2022, su nuevo hogar y la vuelta a las fechas habitulaes de finales de primavera.
El Bally’s tiene un espacio similar al del Rio, lo que no parece solucionar el problema de aforo que cada vez se hacía más evidente en el Rio. No obstante, el Bally’s está conectado a otra propiedad de Caesars, el Paris, que a su vez aprotaría un una superficie equivalente a cualquiera de las otras dos, por lo que los metros cuadrados disponibles para las WSOP 2022serían el doble de los actuales.
Es de esperar que, para entonces, las vacunas hayan hecho olvidar un problema que todavía está muy presente para la edición de este año, que es la pandemia provocada por el coronavirus.
Europa está sufriendo una quinta ola, pese al avance de las vacunaciones. Las tasas de contagio de la nueva variante Delta exceden con mucho las de las cepas prevalentes en el pasado, y muchos países que tradicionalmente aportan gran número de jugadores a las WSOP, como Francia, Gran Bretaña, Holanda o España están teniendo que retomar medidas que pretendían haber superado para evitar el peligro de un nuevo colapso de sus sistemas de salud.
Este problema surge justo cuando Joe Biden había anunciado la revisión de los protocolos de viaje entre Estados Unidos y Europa. Todavía sigue vigente la prohibición de entrada en el país americano que entró en funcionamiento en marzo de 2020, pese a que la Unión Europea ha relajado las exigencias en los desplazamientos en sentido contrario, gracias al ritmo de vacunación alcanzado en Estados Unidos.
Cabía la posibilidad de que lo que Biden quería anunciar era un relajamiento en las exigencias para los viajeros europeos, en reciprocidad, pero la súbita expansión de la variante Delta ha sido un jarro de agua fría para todos.
Por el momento, semeja que la única opción para los jugadores europeos sigue siendo el desplazamiento en dos etapas, es decir, realizar una cuarentena de dos semanas en algún país puente, principalmente México, antes de cruzar las fornteras estadounidenses y dirigirse a Las Vegas, y que va a ser complicado que esto cambie antes de noviembre.
