Desde que el boom del poker en los últimos llegó a prácticamente todo el globo y el mundo de las tecnologías vio negocio en este viejo juego siempre ha sobrevolado la atmósfera pokeril una recurrente pregunta: ¿poker en vivo o poker online?.
Ben Jackson es un experimentado jugador que ha dedicado muchas horas de su vida a jugar en vivo por los casinos de todo el mundo. Con la intención de aclarar un poco más cuales son las diferencias básicas entre jugar en vivo y jugar online decidió cambiar su hábitat natural para dedicarse durante un tiempo a jugar en los tapetes virtuales.
El jugador rápidamente se percató de que estaba utilizando demasiadas estrategias del juego ‘live’ en las mesas online, algo que le llevó a ser explotado fácilmente por sus rivales. Repasando sus sesiones y comparando el juego con sus experiencias en vivo llegó a identificar los siguientes cambios radicales entre un juego y otro:
– En primer lugar el juego pre-flop es completamente distinto: la agresividad propia de los profesionales online, acostumbrados a jugar contra genios de las matemáticas (en lo que a poker se refiere) contrasta enormemente con la pasividad de las mesas en vivo, compuestas en su gran mayoría por jugadores recreacionales cuyo único deseo es ver el mayor número de flops al menor coste posible, con la intención de no tener que esperar 5 minutos para ver la siguiente mano. Esto desemboca en que la acción de limpear sea habitual en un casino y casi un vestigio de otra época en una mesa virtual. Como siempre esto es una generalización, no quiere decir que todos los jugadores en vivo sean así, aunque es habitual que en una mesa seis o siete si cumplan este patrón, hecho que es diametralmente opuesto en el juego online.
– Otra gran diferencia es el juego desde las ciegas. Los jugadores criados en internet no suelen defender pasivamente las ciegas a no ser que tengan muy claro el rango de su oponente. Se limitan a realizar una 3bet o a mandar sus cartas al mazo. Defender de más en las ciegas pronto acabaría con el bankroll de cualquier jugador online. En el poker en vivo es todo lo contrario, los jugadores, la mayoría recreacionales como ya hemos dicho antes, acostumbran a pagar desde las ciegas dejando la opción de resubir solo para las manos más fuertes de su rango. Conocida por todos es la frase ‘Ya que tengo puestos 5€, pongo 10€ más y por lo menos veo el flop’.
– Es mucho más común ver tres barrels de farol en una mesa virtual que en la mesa del casino de tu ciudad. Los jugadores recreacionales no tienen en su mente el concepto de carta ‘barreleable’ por lo que si te encuentras en la situación de que un jugador presencial medio te apuesta las tres calles muy posiblemente lo esté haciendo por valor, mientras que si la acción se da en una mesa online las posibilidades de que sea un farol crecen. Por eso en internet se crean botes mayores, mientras que en vivo se procura controlar más el bote.
Analizadas estas diferencias podemos obtener una conclusión: el poker en vivo y el poker online poseen estrategias ganadoras distintas, por lo cual no se debe jugar online como si lo estuviese haciendo en el casino ni viceversa, si no que se trata de adaptarse lo mejor posible a cada ámbito para así conseguir el éxito.
