Uno de los grupos más afectados por la situación que vive Full Tilt Poker son los trabajadores de la empresa. El sentir general es que la sala no encontrará un acuerdo de venta y, por lo tanto, desaparecerá. Las últimas acusaciones de esquema Ponzi no han hecho más que reforzar este pensamiento.

«Solo nos sentamos y no hacemos nada, únicamente leer las noticias de las páginas web. Durante los últimos tres meses no hemos hecho nada», dijo uno de los empleados de PocketKings, empresa que la sala tiene en la ciudad irlandesa de Dublin.

Los trabajadores confirman que se llevará a cabo un recorte de la mitad de la plantilla, aunque todaví­a no se ha puesto nadie en contacto con ellos para avisarlos. «Nos dicen lo mí­nimo. No hay comunicación. La mayor parte de las noticias nos llegan a través de los foros online», dijo otro de los trabajadores.

Tras el Black Friday la comunicación, que no era demasiado significativa, fue cayendo hasta el punto en el que los empleados han perdido las ganas de trabajar. «Tenemos la moral por los suelos. Nadie está trabajando excepto para Recursos Humanos».

De acuerdo con la agencia Reuters, esta intentó hablar sobre este hecho con Ray Bitar, pero en la oficina irlandesa le comunicaron que en este momento no estaba en su puesto de trabajo.