Como bien apuntábamos ayer, las Triton Poker Series Montecarlo tienen desde ayer reservado un sitio muy especial en el memorial del póker de nuestro país, debido al número récord de participantes españoles en un torneo de 200.000 $.
Eso estaba fuera de toda duda. Sin, embargo, que daba la incógnita de saber cómo contaríamos su desenlace, que ha distado muchísimo de satisfacer nuestras expectativas.
En el día 1, Yaman Nakdali y el chino Andy Ni nos dejaban sin cuota de naturalizados antes siquiera que se borrara una mesa completa del orden de asientos para el día 2, con con cuatro jugadores en liza entre los 73 presentes.
Se prometía una jornada complicada para Juan Pardo, shortstack de la expedición, y lo cierto es que el malagueño no pudo avanzar más allá del 44º puesto. Lo peor de todo es que no fue el primer eliminado del cuarteto que seguíamos de cerca, pues Adrián Mateos (71º), apenas jugó unas manos, y Sergio Aido le precedió en el puesto 48 º.
A la hora de confirmar estas bajas, Roberto Pérez ya estaba limitado a defender un exiguo shortstack, intentando acercarse a la burbuja de premios, pero se quedó a no pocas eliminaciones del ITM, en el puesto 25º.
Ya en los primeros niveles, Patrik Antonius consiguió dar respuesta al ritmo que intentaba imponer Linus Loeliger.
El suizo se fue apagando y acabó en una modesta 12ª posición, pero el Black Lotus finés no soltó el pie del acelerador y se presentará hoy a la jornada final con 40bb de ventaja sobre la estrella en ascenso Roman Hrabec y un heterogéneo grupo de jugadores del Este donde el más peligroso parece Mikita Badziakouski.
Cierra el desfile el ex-campeón del Main Event de las WSOP Espen Uhlen Jorstad –actualización, doblado a poco de empezar la partida, ahora el más short es Morten Klein.
Dos eliminaciones más y empezarán a repartirse cheques millonarios. Se podrá ver en la retransmisión habitual a través de los canales del circuito.
Sobre los españoles, poco más que decir. Para coronar una noche horrible, Juan Pardo acabó siendo el bubble boy del Turbo de 50 $ programado para recoger a a los caídos en el Invitational.
Ojalá poder utilizar una memoria selectiva y acordarse del significante de este torneo para nuestro póker y olvidar todo su significado. No obstante, los actos fundacionales de las comunidades no siempre son positivos o aportan un rédito material. Se puede recordar con orgullo y tristeza, sin caer en el drama.
Enhorabuena a todos los que han aportado para esta reunión de High Rollers. Sois parte de nuestra historia.