Durante los últimos años, Liv Boeree ha sido uno de los iconos de las WSOP®, jugando en las mesas, organizando saraos o saliendo de fiesta.
Este año, ha dejado pasar una veintena de eventos. En lugar de acudir a su cita anual con las Series, ha preferido comenzar el mes de junio en otro lugar, y en compañía de su novio Igor Kurganov.
¿Dónde se ha metido la astrofísica británica?
Pues bien, Liv ha pasado unos días en una isla paradisíaca del Caribe, llamada Neckar, que es propiedad de un súper millonetis británico llamado Richard Branson.
El magnate ha organizado un encuentro ecologista para empresarios, deportistas y otras personalidades con el objetivo de encontrar nuevas formas de preservar la naturaleza.
A la vista de los vídeos y las fotos que se han publicado en las redes sociales, Igor y Liv no han echado mucho de menos el poker.
Más bien al contrario, han estado muy a gusto disfrutando del mar, de los animales, del kitesurf y del intercambio de ideas para salvar los océanos y sus ecosistemas.
Liv ha ligado con un lemur…
Y también ha tenido tiempo para hacerse un posado en plan diosa de la naturaleza.
Tras la experiencia caribeña, antes o después, Liv y Kurganov tendrán que viajar a Las Vegas. Y no solo para jugar. Ambos son los principales promotores de la iniciativa REG (Raise for Effective Giving), un proyecto benéfico, cuyo objetivo es recaudar dinero de los premios de los jugadores para dedicarlo a acciones solidarias.