El director ejecutivo de la Alderney Gambling Control Comission no dejó escapar la oportunidad de hablar alto y claro sobre Full Tilt Poker. Tras la revocación de la licencia, la sala atacó duramente a la comisión por entender que, con su resolución habían echado por tierra toda esperanza para los jugadores y para la propia empresa.
André Wilsenach ofreció una entrevista a Egaming Review en la que dice que se niega a aceptar cualquier responsabilidad por los más de 330 millones de dólares que el Departamento de Justicia estadounidense congeló entre 2007 y 2011.
Preguntado sobre Full Tilt Poker, Wilsenach señaló directamente a la sala como única culpable y afirmó que es totalmente justo que la AGCC haya revocado sus licencias.
Wilsenach explica que la única forma de saber lo que estaba pasando era que Full Tilt lo comunicase, algo que no hizo hasta «marzo o abril» de 2011. Fue entonces cuando la AGCC comenzó a investigar el caso con un contable y auditores.
La Comisión no estaba en contacto con el DOJ durante la investigación, aunque Wilsenach quitó hierro al asunto asegurando que no tenían por qué compartir información con ellos. Eso sí, dijo que creía conveniente que les mantuviesen informados.
Para terminar, André dejó entrever que esta situación podría haber pasado con cualquier otra sala como «PokerStars o Absolute«, ya que desde su punto de vista ningún operador informaría a su regulador sobre lo que estaba haciendo el DOJ. «No pienses ni por un minuto que fue durante el Black Friday la primera vez que se congelaron los fondos».