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¿Se debe apostar en un turn temible?

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Autor : Barry Tanenbaum / Traducción : Kaveson
Traducción autorizada por wwww.cardplayer.com

Todos nos encontramos habitualmente con situaciones temibles. La mayor parte del tiempo, estas circunstancias, como las montañas rusas, las casas del terror o las visitas de los suegros, resultan ser inofensivas (aunque, por supuesto, no conozco a tus suegros…).

En el poker, también nos encontramos con situaciones temibles. Desafortunadamente, a veces estas amenazas resultar ser reales y nos afectan. En otras ocasiones, son simplemente ilusiones, como las casas encantadas. Decidir cuán asustado estar es uno de los mayores desafí­os a los que se enfrentará un jugador experimentado.

De hecho, una de las mayores satisfacciones que puede dar el poker es superar el miedo y realizar la jugada correcta. ¡Después de todo, no jugamos al poker para sentirnos totalmente seguros!

La parte más temible del poker. En limit hold ‘em, la mayorí­a de las situaciones temibles suceden en el turn. Antes del flop, normalmente no tenemos suficiente información como para asustarnos. Después de ver el flop, tenemos una jugada fuerte, un proyecto (que nos permite seguir jugando) o nada y decidimos tirar las cartas. A veces, nos ponemos un poco nerviosos a la hora de apostar o por la textura del flop, pero en la mayor parte de las ocasiones, nos sentimos bastante cómodos a la hora de tomar decisiones.

En el river, la mano está resuelta. Aunque ciertamente pueden salir en el river muchas cartas temibles, nuestras decisiones son obligadas. Si no estamos demasiado preocupados, apostamos; si no estamos seguros, pasamos o igualamos. Los errores en esta fase nos costarán una apuesta, pero raramente un bote entero. (Sí­, podrí­amos tirar cartas ganadoras, pero en limit poker, siempre podemos decidir realizar el último call si no estamos seguros de la resolución de la mano).

En el turn, hemos de tomar difí­ciles decisiones cuando se da una situación temible. Si apostamos, podrí­amos ser raiseados y habrí­amos de igualar una apuesta extra o tendrí­amos que tirar las cartas sin ver el river. Si pasamos, podrí­amos dar una carta gratis que podrí­a costarnos una apuesta o quizá incluso perder el bote. El hecho de que se dé una situación temible, sin embargo, no es la causa del problema. Nuestra reacción a la situación es la clave. Si permitimos que nuestros miedos nos paralicen y nos impidan reaccionar en el momento preciso, cometeremos un gran error.

En general, hay dos tipos de situaciones que nos pueden asustar y llevar a jugar mal el turn:

  • Que nuestros rivales apuesten en el flop.
  • La propia carta del turn.

Recientemente, uno de mis alumnos me envió dos manos que ilustraban ambos casos. Analicémoslas y decidamos cómo actuar en cada uno de ellos.

¿Cómo reaccionar ante las apuestas de los rivales en el flop? Esta es la primera mano que «Tony» envió.

«En el big blind, recibí­ . Conozco que un jugador situado en una posición intermedia (MP) es el peor jugador de la mesa; es extremadamente loose-aggressive y suele apostar el primero con todo tipo de cartas, independientemente de su valor. También tengo una buena lectura del button; es loose-passive y nunca suele apostar o subir con proyectos. El MP apuesta y el button iguala. El flop trae . Obviamente, es un buen flop, pero también resulta proclive a los proyectos. Podrí­a enfrentarme a un proyecto de escalera (con cuatro outs), pero es improbable. Apuesto, y el MP loose-aggressive raisea. El button iguala. Yo vuelvo a subir y también el MP. El button y yo igualamos. Estoy casi convencido de que el button busca un proyecto. Pero el MP me asusta. Es loose-aggressive, pero raisear y re-raisear… Puede que tenga un set o la escalera en el flop. En ambos casos, solo tengo cuatro outs, pero no voy a tirar las cartas. El turn es el , una carta inútil. Paso planeando igualar la subida. En este punto, no tengo idea de dónde estoy y no quiero ser raiseado por el MP y tener que igualar dos big bets. Los dos jugadores pasan detrás de mí­.»

Sin duda, fue una decisión difí­cil de tomar, pero pienso que una apuesta era la acción más adecuada. Muchos autores y jugadores han observado que las apuestas y las subidas en el flop no indican necesariamente fuerza. Con dos cartas por venir, muchos jugadores con proyectos o la posible mejor mano, o una combinación de jugada y proyecto, harán apuestas y subidas para engordar el bote, proteger una mano vulnerable o ganar la ventaja posicional. Yo generalmente sigo una regla general: si un jugador necesita una combinación especí­fica de dos cartas para conseguir la jugada ganador y es loose o agresivo, no me tomo muy en serio sus apuestas y subidas en el flop. Esta situación es da cuando el flop ofrece muchas oportunidades para los proyectos de escalera y color (como el de la mano comentada).

¿Quiere decir la última subida que tienen la mejor jugada? Podrí­a ser, ciertamente, pero a menudo ello significa que no la tienen. Muchos jugadores con jugadas conseguidas esperan hasta el turn para subir fuerte para conseguir ventaja de las apuestas dobles.

Teniendo en cuenta estas consideraciones podemos llegar a la conclusión de que Tony deberí­a haber apostado en el turn. Sí­, en el caso de que fuese raiseado, se arrepentirí­a y tendrí­a que igualar. Pero, no apostar significa perder dos o tres apuestas de los proyectistas, lo que es mucho dinero a lo largo de un año.

¿Cómo reaccionar ante una mala carta en el turn? Esta es la segunda mano que Tony envió:

«Siendo el tercero en actuar, el dealer me da QQ. Un jugador loose-aggressive está en el small blind y su stack da para cuatro small bets. El under the gun es loose-passive. El jugador que está detrás de mí­ parece algo tight, pero es una impresión aún muy vaga. No tengo lectura de los demás jugadores. El under the gun iguala y el siguiente jugador también. Yo subo. El jugador que está detrás de mí­ me iguala. Todos los demás tiran las cartas. El small bling raisea. El big blind tira sus cartas. El under the gun y el siguiente jugador iguala. Yo subo de nuevo, esperando que el jugador tight tire sus cartas (o para saber si su mano es realmente fuerte si iguala). Todos igualan. Por consiguiente, hay un jugador all-in y otros cuatro más en el bote. El flop trae las siguentes cartas: , un «rag rainbow flop», lo que me favorece. Los dos jugadores de delante pasar y yo apuesto. El jugador tight que me sigue tira y los otros dos jugadores «vivos» igualan. El turn muestra . Imagino que es muy probable que me ganen la mano, pero el bote es tan grande que no voy a tirar mis cartas ante una apuesta. Por tanto, planeo igualar una apuesta, pero los dos jugadores pasan. Pienso un momento y paso. Pienso que incluso los jugadores relativamente pasivos que han actuado antes que yo podrí­an jugar al check-raise si tienen top pair (al haber llevado la iniciativa, es razonable que me esperen para raisearme). Igualando puedo ver el river, donde puedo igualar una apuesta para el showdown. Además, consigo ver una carta gratis buscando mis dos outs para el set».

De nuevo, Tony ha llegado con su análisis a pasar en el turn. Y de nuevo parece razonable y muchos jugadores pensarán como él. Creerán que es siempre seguro ir al river y ver qué sucede.

Yo es completamente en contra. Si queremos estar seguros es mejor no jugar al poker. Es mucho más seguro recoger el dinero e ir al cine. Jugamos al poker para ganar dinero. Desgraciadamente para nuestra comodidad, gran parte de ese dinero viene de aprovechar las oportunidades, especialmente cuando el bote es grande. De hecho, cuando un bote es grande, debemos hacer todo lo que podamos -incluyendo asumir riesgos- para incrementar nuestras opciones de ganarlo.

Examinemos esta situación. Primero, no hay ninguna razón para creer que los rivales tengan una K. De acuerdo, uno de los jugadores podrí­a tener el rey y jugarnos al check-raise. Pero también es posible que no lo tenga. Los rivales pueden tener un gran número de manos para entrar en el bote, igualar una subida e igualar una apuesta en el flop (parejas preflop, una Axs o manos como T8s y otras). Si tienen esas manos, deberí­as apostar.

Además, tus subidas preflop podrán dar la impresión a los demás jugadores de que tienes AK. Ellos te igualarán siempre que no salga un A o un K y tirarán sus cartas si uno aparece en la mesa. Por lo tanto, si un jugador tiene 88, igualará en el flop esperando que tengas AK, pero tirará sus cartas en el turn si aparece un K. En este caso te conviene que tire sus cartas (o que te iguale con solo dos outs). Dar una carta gratis a un jugador con dos outs para ganarte no es la opción más segura. Y dar a otro rival una carta gratis para que salga un A cuando es posible que tire las cartas ante una apuesta puede ser otra posibilidad de que acabes perdiendo el bote.

Apostando forzarás a los jugadores con proyectos a tirar sus cartas en muchas ocasiones o a pagar para intentar conseguirlos. Pasar te hará sentirte seguro, pero te perjudicará siempre que un rival tenga un K. Creo que apostar es claramente la mejor decisión.

Conclusión. No quiero decir que apuestas en el turn cada vez que te toque actuar o siempre que tengas miedo. Por ejemplo, contra varios oponentes, si el flop tiene tres corazones y el turn trae un cuarto corazón, no deberí­as apostar a menos que tuvieses un corazón muy alto. Muchas veces, sin embargo, deberí­as apostar incluso si existe la posibilidad de que sea una acción errónea. (De hecho, casi siempre que apostamos, podrí­a ser una acción incorrecta. El poker es un juego de información incompleta. Simplemente tenemos que jugar contando las odds). Ignorar las apuestas de flop, cuando son excesivas, y la salida de una carta alta en el flop cuando tienes una buena jugada puede ser incómodo, pero a la larga, acabarás ganando más dinero.

Por lo tanto, a pesar del hecho que tengas miedo, si llegas a la conclusión de que apostar te podrí­a dar dinero a la larga, necesitas superar tus miedos, dejar de buscar la comodidad y apostar.