La actividad pokeril que se ha venido estableciendo alrededor de las WSOP en los últimos años alcanzará su cota máxima durante este verano.
Casinos como el Aria o el Bellagio hacen lo imposible por sumarse a la fiebre que desatan las WSOP en Las Vegas. Entre los torneos organizados por propia iniciativa y las concesiones que hacen a sus clientes VIP ansiosos por tener algo de acción mientras en el Rio se juegan formatos minoritarios o buy-ins de 1.000$, sus salones de torneos exigen tanta o más banca que las actividades del Rio.
Si a todo esto le sumamos que este año toca torneo de 1.000.000$, el Big One for One Drop, la morterada que se puede gastar un jugador este verano en la capital estadounidense del juego crece hasta el infinito.
Bueno, el infinito, no. Hay un límite impuesto por la banca y el tiempo material para jugar. Ese límite parece estar en torno a los 2.000.000$. Al menos, eso es lo que calcula invertir en entradas un tipo que se lo juega todo durante esas fechas desde hace muchos años, Daniel Negreanu.
Negreanu ha publicado un blog detqallando los torneos que piensa jugar este verano, y ha llegado a la conclusión de que la suma total a desembolsar en los cajeros de los casino de Las Vegas será muy cercana a esa cifra. Y, al contrario que los especialistas de High Rollers que suelen contar con inversores fijos, solo piensa vender una fracción de la acción. Así que buena parte va a salir directamente de su saneada cuenta corriente.
Daniel hace un repaso de los muchos torneos que van a añadir este año posibilidades prácticamente ilimitadas de gasto fuera de las WSOP.
Las vísperas de las WSOP y la agenda que hay tras las Series este verano es algo como nunca se ha visto. No solo la Super High Roller Bowl, sino todos los torneos preliminares en el Aria y las WPT Elite Series en el Bellagio te ofrecen un montón de opciones de jugar eventos de entradas muy caras.
De camino a las WSOP, hay una posibilidad muy cierta de que me haya gastado unos 600.000$ en entradas en el Aria y el Bellagio
Luego están las World Series, donde Negreanu no perdona ni uno solo de los Championships de 10.000$ ni los High Rollers. Daniel lleva un lustro sin jugar más de un stack. Si dos torneos coinciden, el canadiense prioriza, y hasta que no cae eliminado de uno, no asalta ningún registro tardío, al contrario de cuando Ivey solía hacer sus carísimas apuestas sobre brazaletes.
Normalmente, ya que nprefiere no jugar los torneos baratos de No Limnit Hold’em, su agenda se aligeraba un poco un par de semanas antes del Main Event. Pero este año, ni eso.
El otro gran cambio es el número de eventos realmente divertidos que vana jugarse antes del Main Event. En los últimos años, todo lo que tenías era el Litte One for One Drop, pero este año, además del Big One for One Drop -que se retrasa hasta casi el final de las Series- hay un torneo de 50.000$ y unos cuantos eventos de juegos mixtos en el calendario
Daniel detalla los eventos que piensa jugar. La lista contiene 39 torneos, con un coste conjunto de 1.414.500$. La suma total entre la previa y las WSOP se va ya por encima de los 2.000.000$, y Daniel piensa poner todo de su bolsillo con una sola excepción, el Big One.
Planeo invertir cerca de los 500.000$ y vender el resto de la acción a precio de coste, si hay quien la quiere. Odio hacerlo. lo odio. De verdad, lo ooooodio, pero un millón es demasiado para gastarlo en un evento de tres días.
Ese es el gran plan veraniego del Team Pro. Da una idea de cómo ha cambiado el mundo del poker. En sus más de 20 años de carrera, Negreanu solo ha obtenido más de 2.000.000$ de premios en cuatro temporadas, y piensa gastarse esa cifra en entradas en un perido de tiempo que no va a pasar de los 80 días.
Menuda locura, pero bendito él que tiene con qué pagarlo.
