No es la primera vez que nos hacemos eco de iniciativas que mezclan el mundo del poker con la ayuda a los más necesitados, pero en esta ocasión, introduciremos un nuevo factor en la ecuación: las motos.
Recientemente, el arzobispo de Florida, Thomas Wendski, organizó una concentración motera en la que el precio por participar era de 25$. Sin hacer apenas ruido, consiguió movilizar a más de 60 moteros equipados con sus Harley Davidsons y sus chupas de cuero, para recorrer una distancia de 60 millas, en lo que fue un paseo por la caridad hacia otros. Los fondos recaudados fueron a parar a la organización benéfica cristiana de la iglesia de St. Richard.
Al arzobispo Wendski no le extrañó lo más mínimo la implicación de este grupo de moteros, con una iniciativa inicialmente cristiana:
«Los moteros son gente acostumbrada a rezar, porque si sueles ir en moto, lo mejor es que hayas aprendido bien a rezar«.
Pero la iniciativa no solo tenía que ver con motores rugiendo, ya que Wendski le dio una vuelta de tuerca a la idea, y además incluyó el factor poker en todo este entuerto.
A lo largo de esas 60 millas, los moteros cogían una carta al azar en cada parada. Al llegar al final, el jugador que reuniese la mejor mano con las cartas recogidas en cada parada, se acabaría llevando un premio de 500$, canjeable por un artículo Harley Davidson. Sin duda, una buena forma de incentivar la participación.
Así que ya sabéis. Para aquellos que busquen combinar sus pasiones de «poker» y «motos», ya saben a dónde se tienen que ir: a Florida.