El festival de los Super High Rollers ha puesto patas arriba Londres. Menudo torrente de noticias baja desde la capital londinense en torno a las Triton Poker Series.

Es obligado abrir con el Evento #7 200k $ 8-Max y la mesa final a la que logró acceder Juan Pardo, nuestro único representante en el torneo.

Vaya por delante que el registro del torneo todavía no se había cerrado, así que lo primero que hay que recalcar es que el crecimiento del field hasta los 83 registros puso a disposición de los 13 jugadores que tenían cabida en premios más de 16.000.000$ a repartir, y eso se notó en lo tensa y desafiante que fue la burbuja en este torneo.

En otros eventos, la fase de mano a mano se había resuelto con relativa rapidez, pero con una minicaja de 325.000 $ al alcance, los all-ins no salían a flote con tanta facilidad. Juan Pardo se acercó a los premios desde una relativa seguridad valorada en 22bb, pero lo inusual de los rangos aplicados en este caso le acabó metiendo en problemas.

Daniel Dvoress y Cristoph Vogelsang tuvieron durante mucho tiempo la diana sobre su espalda, pero ambos encontraron mano antes de acabar blindeados y permanecieron en juego mientras otros perdían capital a la espera de su defenestración. La última subida de ciegas antes de premios dejó a Malaka con 11bb y a Mikita Badziakouski en una situación todavía más delicada. Al bielorruso le llegaron 77 al botón y fue a por la ciega de Espen Jorstad, que le esperaba con AK. El ex-campeón del Main Event ganó el flip y certificó la segunda caja de Juan en el festival.

Todo lo torturadora que resultó la burbuja de premios se convirtió en placidez para la burbuja de FT. Además de mejorar en lo posible su propio stack en los compases inmediatamente posteriores a la burbuja, el español agradeció la colaboración de sus rivales cuando la baraja le volvió a negar algo jugable.

Vogelsang y Dvoress aceptaron por fin su destino, Sam Grafton abandonó sus precauciones y Seth Gottlieb pagó con alegría con quinta pareja en el river intentando poner a su sitio a Nacho Barbero para quedarse con pipas. La pareja de Seths, Gottlieb y Davies, terminaron all-in a la vez en mesas distintas y dejaron sus sillas vacías al alimón.

Con todo esto, Juan, que seguía sin ver una mano decente, se encontró sentado para la foto de la mesa final y con 600.000 $ asegurados.

No había más chicle para estirar, y entre David Yan y Nacho Barbero, que habían comandado las dos últimas mesas durante el mano a mano y la burbuja de FT, Malaka decidió plantarle cara al asiático. Con un K6 dominado por KT, Pardo se resignó a aparecer en el octavo puesto de la clasificación definitiva.

David Yan y Nacho Barbero llegaron a la última fase de la partida con otro socio, Espen Jorstad, y juntos encontraron un acuerdo para limitar la varianza y repartirse la mitad de la bolsa del torneo. Este es, sin duda, el año de Barbero, que pese a caer derrotado frente a Yan en el HU, se había asegurado el mayor cobro de todos durante las negociaciones (3.446.807 $).

La barbaridad de dinero que acabó en juego en el Evento #7 va a palidecer ante lo que se espera en el Luxon Pay Invitational , que va a ser el mayor de todos los celebrados hasta la fecha, con notable diferencia.

A pocas horas de su inicio, la lista de participantes contiene ya 93 nombres, que a 250.000 $ la entrada y sin esperar por las recompras pone en conversación una bolsa al norte de los 23M $.

Adrián Mateos aparece en la parrilla de salida, sentado en una mesa superatractiva que le debe enfrentar contra Badziakouski, Steve O’Dwyer, Andrew Robl, Patrik Antonius, Espen Jorstad, Ben Heath y el sueco Robert Flink, el mítico «gulkines» de la época de las mesas nosebleed. 

Como guinda, los jugadores que no tenían la tarde ocupada con el Evento #7 o la preparación del Luxon Pay Invitational, pudieron apuntarse a un torneo turbo de 30k $ de entrada.

En él se escenificó el primer HU brasileño en la historia de las Triton Series. Pedro Garagnani y Bruno Volkmann se repartieron los dos primeros premios, con triunfo para el primero.

Solo queda esperar a la hora de comer y preparar una sobremesa con los canales de streaming de las Triton en pantalla, con la esperanza de que la mesa de Adrián reciba algo de atención. En realidad, cualquiera de las mesas en las que estarán confinados los jugadores profesionales durante los primeros ocho niveles merece muchísimo la pena.